2016-01-02 16:50:00

Tres veces todos juntos: ¡Santa Madre de Dios!, pidió el Papa


(RV).- Tras la intensa jornada del primer día del Año Nuevo, en que el Papa Francisco celebró la Santa Misa a las 10.00 en la Basílica Vaticana – ante la presencia de los Niños Cantores que concluyeron así, en la Solemnidad de María Santísima Madre de Dios, su Congreso Internacional – y después de rezar la oración mariana del Ángelus – con los fieles y peregrinos que se dieron cita en la Plaza de San Pedro en la 49ª Jornada Mundial de la Paz, sobre el tema: “Vence la indiferencia y conquista la paz”, tal como se lee en el mensaje del Santo Padre para esta ocasión – hecho público el pasado 15 de diciembre – el Obispo de Roma presidió a las 17.00, la solemne celebración Eucarística, con el rito de apertura de la Puerta Santa de la Basílica romana de Santa María la Mayor.

El Papa Bergoglio volverá a encontrarse con los fieles el 3 de enero a mediodía, en que rezará el Ángelus dominical, ofrecerá su comentario al Evangelio e impartirá su bendición apostólica a todas las personas que se darán cita en la Plaza de San Pedro y que en estos días acuden para cruzar la Puerta Santa de la Basílica Vaticana y admirar el Pesebre de la Plaza.

Al término de la celebración Eucarística en la Basílica de Santa María la Mayor, el Papa Francisco se dirigió a la Capilla Mariana en la que se custodia el icono de la Salus Populi Romani.  El Pontífice procedió a la apertura de la verja con el mismo gesto con el que se abre una Puerta Santa, para detenerse en oración y depositar un homenaje floral ante esta imagen de María tan querida para los fieles de la ciudad de Roma y del mundo entero.

El diácono introdujo este gesto del Papa, invitando a los presentes a unirse a la oración del Santo Padre  para pedir a la Santa Madre de Dios que nos conduzca de su mano hacia el Señor Jesús para experimentar su perdón y la verdadera paz.

Al salir de la Capilla el Pontífice dirigió unas palabras espontáneas a los fieles:

“¡Buenas tardes! Esta es una bella y buena tarde ante la casa de María, nuestra Madre, la Madre de Dios. Ella nos ha traído la Misericordia de Dios, que es Jesús. Demos gracias a nuestra Madre; demos gracias a la Madre de Dios. Y todos juntos, otra vez, digamos como los antiguos fieles de la ciudad de Éfeso: ‘¡Santa Madre de Dios!’. Tres veces todos juntos: ‘¡Santa Madre de Dios!’”.

(María Fernanda Bernasconi - RV).








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