2015-12-18 20:07:00

Que cada uno de los romanos se sienta descartado, necesitado de la ayuda de Dios, dijo Francisco


REFLEXIONES EN FRONTERA, jesuita Guillermo Ortiz

“Yo quisiera que el Espíritu Santo abriera el corazón de todos los romanos y les hiciera entender el camino de la salvación, que no está en el lujo, no es el camino de las grandes riquezas, no es el camino del poder, es el camino de la humildad”, “que cada uno de los romanos se sienta descartado, sienta la necesidad de la ayuda de Dios”, fue el ruego de Francisco, después de abrir la Puerta Santa en el comedor de Caritas Roma.

Refiriéndose a la venida de Jesús el Papa dijo "Dios viene a salvarnos y no encuentra mejor manera para hacerlo que caminar con nosotros, hacer nuestra vida” y exhortó "si  tú quieres encontrar a Dios buscalo en la humildad, en la pobreza, es donde él está escondido, en los más necesitados, en los enfermos hambrientos, carcelados".

“Nosotros hoy abrimos esta puerta –dijo- y pedimos dos cosas. Primero que el Señor nos abra las puertas del corazón. Todos somos pecadores. Todos tenemos necesidad de sentir la palabra del Señor; que el Señor venga. Y segundo, que el Señor nos haga entender que el camino de la vanidad, de las riquezas, del orgullo no son caminos de salvación. Que el Señor nos haga entender que su caricia de Padre su misericordia, su perdón viene cuando nosotros  nos acercamos a  aquellos que sobran, a los descartados de la sociedad... Que nos haga entender que seria lindo que cada uno de nosotros, que cada uno de los romanos se sintiera descartado y sintiera la necesidad de la ayuda de Dios”. Y rogó por todos, empezando por él, para que el Señor nos de la gracia de sentirnos descartados, porque no tenemos ningún mérito. Solamente Dios nos da la misericordia, la gracia. Y para acercarnos a esa gracia tenemos que acercarnos a los descartados, a los pobres, a los que tienen más necesidad”.

 








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