2015-12-18 12:20:00

El pastor debe reflejar el Evangelio, dijo el Director de Radio María Chicago


(RV).- La Iglesia es comunicadora por naturaleza y la Radio es un medio hermoso y un puente de anuncio del Evangelio. En este servicio dialogamos con el padre Hernán Morán, Director de Radio María en español en Chicago y párroco de la Iglesia de san Basilio - Visitación. A él le preguntamos cómo llevan adelante su misión en esta comunidad.

R – “Los hispanos somos el cincuenta por ciento de la población católica”. “A través de Radio María estamos alimentando y formando la fe de muchos católicos”; “es una misión que está en desarrollo, cada vez estamos llegando a más personas no solo aquí en Chicago, sino también a comunidades y diócesis vecinas con gran presencia de hispanos”.

P - Según usted ¿qué necesita hoy desde el punto de vista católico una Arquidiócesis que cuenta con seis millones y medio de habitantes, de los cuales, más de dos millones doscientos mil son católicos y la mitad de ellos son hispanos?

R – “No es una respuesta fácil, porque hay muchas necesidades. Necesitamos formación, necesitamos acompañamiento y, sobre todo, necesitamos conversión de vida, y para eso necesitamos testigos. Necesitamos buenos proyectos, buenos programas, principalmente un proyecto de vida que sea testigo delante de la gente”. “Hay grandes necesidades, como la necesidad de compromiso, de fomentar más la vida familiar, poner bases firmes en las familias. Entonces, es una respuesta muy elaborada, no es una necesidad concreta porque son varias necesidades. Pero sobre todo eso: la conversión, el ejemplo de vida, ser testigos del Evangelio”.

P - Sobre el tema de la fe, es importante escuchar los signos de los tiempos: ¿cómo conviene hablar de la fe en un contexto cultural cambiante como el de Chicago?

R – “La Iglesia es peregrina, camina con su pueblo, la Iglesia es el pueblo. Entonces debemos caminar con el pueblo y hacer la lectura de las necesidades de cada comunidad y de cada generación”. “Aquí la comunidad hispana es muy variada, compleja y rica en tradiciones, en espiritualidad y en religiosidad popular. Entonces como pastores, y como Iglesia que es madre, debemos acompañar al pueblo que camina y atender las necesidades de cada uno de ellos. Cada cultura tiene una necesidad”. 

“Tenemos migrantes de todos los países de América Latina y de El Caribe. También a las diferentes generaciones: a las primeras generaciones que han llegado aquí, a los que han nacido aquí, que son segundas y terceras generaciones que ya han sido educadas aquí y tienen otros lenguajes y modos de comunicarse. En esta sociedad digitalizada se necesita hablarles a los jóvenes en su lenguaje, con sus códigos, acompañarlos. Leer las necesidades del pueblo, caminar junto con ellos y responder las necesidades de cada uno. No es lo mismo atender las necesidades de un pueblo hispano que viene de Latinoamérica que atender un pueblo hispano que ya está instalado aquí y tiene sus raíces, hijos y nietos”. “Tenemos que estar atentos a los signos”.

P - Los cambios de mentalidad invitan a transmitir la propia fe en un modo diferente, y hay que adecuarse a los signos de los tiempos para que la devoción popular no corra el riesgo de convertirse en mero folklore para las generaciones que vendrán. ¿Qué piensa que es importante en el proceso de transmisión de la fe a las segundas y terceras generaciones que ya piensan y sienten con la cultura del pueblo de Estados Unidos?

R – “Creo que acompañar es importantísimo y acompañar también es escuchar. Escuchar la sabiduría del pueblo”. “El Papa Benedicto XVI decía que la religiosidad popular es uno de los grandes tesoros de la iglesia. Hay que saber acompañarla, escucharla, vivirla y celebrarla. Es importante la cercanía del pastor, - es a lo que nos invita el Papa Francisco -  que el pastor tenga olor a oveja. Yo como párroco tengo la misión no solo de “gobernar” la iglesia sino también de “santificarla, de acompañarla, educarla”. Es una misión colaborativa de todos, porque todos somos iglesia. Yo tengo una vocación de sacerdocio ministerial pero todos tenemos la vocación de sacerdocio común, el Espíritu Santo se manifiesta en cada uno de nosotros. Por eso, escuchar al pueblo, celebrar sus costumbres y su religiosidad popular, que ha mantenido la fe viva por generaciones y generaciones, y además, cuidar que no se desvíe, con la enseñanza. La gente más que maestros necesita pastores, necesita testigos cercanos. Ver la autenticidad del Evangelio reflejada en su párroco, en sus catequistas, en sus ministros extraordinarios de comunión, en el equipo litúrgico, en todos los que estamos al frente de una comunidad. Es importante recordar que nosotros, párrocos, estamos llamados a estar con el pueblo, acompañar al pueblo de Dios, a caminar con las ovejitas, junto a ellas. Y  la nuestra es una Iglesia peregrina, ir en comunidad al encuentro del amor misericordioso de Dios”. Así, “aprovechar la cercanía para instruir al pueblo”, “que no se quede en lo celebrativo, en la mera fiesta”, sino “que esté acompañado de formación”.

Desde la comunidad hispana de Chicago, Griselda Mutual, Radio Vaticano.

 

 

 








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