El bautizado “puerta” de la misericordia de Dios

(RV).- En el Jubileo de la Misericordia la reflexión sobre el significado de la Puerta Santa también permite pensar en la necesidad del encuentro de las personas para expresar la fraternidad de los Hijos de Dios. El bautizado tiene la misión de ser puerta de la misericordia de Dios para el prójimo.    

“La gestión simbólica de las «puertas» -de los umbrales, de los caminos, de las fronteras- se ha vuelto crucial. La puerta debe proteger, claro, pero no rechazar. La puerta no se debe forzar, al contrario, se pide permiso, porque la hospitalidad resplandece en la libertad de la acogida, y se oscurece en la prepotencia de la invasión”, decía el Papa Francisco en una catequesis (18-XI-2015) de preparación al Año Santo.

Son los valores del cristianismo que se hacen visibles en el testimonio de cada persona que decide acoger la misericordia del Padre atravesando la Puerta Santa para dar la mano a quien encuentra al otro lado. “La puerta se abre frecuentemente, para ver si afuera hay alguien que espera, y tal vez no tiene la valentía, o ni siquiera la fuerza de tocar –decía el Papa en esta catequesis-. Cuántas personas han perdido la confianza, no tienen el coraje de llamar a la puerta de nuestro corazón cristiano, a las puertas de nuestras iglesias... Y ellos están ahí, no tienen valor, hemos perdido su confianza: por favor, que esto no vuelva a suceder”.

¿Cómo hacer para que quienes han perdido la confianza también se acerquen a la Puerta Santa?; hacer que muchas personas vengan a Cristo debe ser la respuesta de cada bautizado que siendo templo del Espíritu Santo, con su testimonio se convierte en puerta de entrada para alcanzar la misericordia de Dios. ¡Con el testimonio de la vida cristiana nos hacemos puerta para el prójimo!

Padre Johan Pacheco para RADIO VATICANO.