2015-12-12 14:13:00

Programa en español para Guinea Ecuatorial y África


Mañana el Papa Francisco abre la Puerta Santa de la Misericordia en la Catedral de Roma

«¡Es ésta la puerta del Señor!» «¡Ábranme las puertas de la justicia!»

Resuenan aún estas palabras del Papa Francisco en la apertura de la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro, inaugurando el Jubileo extraordinario de la Misericordia, en la Solemnidad de la Inmaculada Concepción de María.

Y la Basílica Papal del Santísimo Salvador y de los Santos Juan Bautista y Juan Evangelista, conocida como San Juan de Letrán, espera mañana, III Domingo de Adviento de 2015, al Santo Padre, que presidirá la Santa Misa y abrirá la Puerta Santa en la Catedral de Roma, rito que se celebrará también en todas las diócesis del mundo, como establece el Papa Francisco, en la Bula Misericordiae Vultus, convocando el Año Santo de la Misericordia:

«Para el mismo domingo establezco que en cada Iglesia particular, en la Catedral que es la Iglesia Madre para todos los fieles, o en la Concatedral o en una iglesia de significado especial se abra por todo el Año Santo una idéntica Puerta de la Misericordia. A juicio del Ordinario, ella podrá ser abierta también en los Santuarios, meta de tantos peregrinos que en estos lugares santos con frecuencia son tocados en el corazón por la gracia y encuentran el camino de la conversión. Cada Iglesia particular, entonces, estará directamente comprometida a vivir este Año Santo como un momento extraordinario de gracia y de renovación espiritual. El Jubileo, por tanto, será celebrado en Roma así como en las Iglesias particulares como signo visible de la comunión de toda la Iglesia».

Cómo no recordar que, en la Bula que empieza reiterando que «Jesucristo es el rostro de la misericordia del Padre», el Papa establece también el lema para este Año Santo: «Misericordiosos como el Padre».

«Salve Reina Madre de Misericordia», con esta oración que el mismo Papa Francisco invita a rezar con especial devoción en este Jubileo extraordinario - «para que nunca se canse de volver a nosotros sus ojos misericordiosos y nos haga dignos de contemplar el rostro de la misericordia, su Hijo Jesús», dedicamos nuestro espacio a la solemne primera celebración jubilar, la del 8 de diciembre, presidida por el Papa Francisco, que contó con la participación del Papa emérito Benedicto XVI, que, invitado por su sucesor, y después de él, fue el primero en cruzar el umbral de la Puerta de la Misericordia, de la Basílica de San Pedro.

(CdM – RV)








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