2015-11-04 18:30:00

Diálogos de Radio Vaticano, con el padre Sergio Moreno


La metodología de la Consultoría Filosófica

La Consultoría Filosófica trabaja con una metodología básica, lo que no significa que sea la única posible ni que se la deba seguir paso por paso.

1- Examen de los argumentos del consultante y de sus justificaciones:

Una vez que el consultante discurre libremente sobre una serie de tópicos, el asesor sistematiza, ordena y jerarquiza las concepciones y los conceptos involucrados en el relato, sin dejar de atender a las emociones que puedan suscitar. En esta instancia se valora si el caso es apropiado para la Consultoría Filosófica o si se lo derivará a un psicoterapeuta. Por lo general los consejeros filosóficos no atienden los problemas considerados más severos por las distintas corrientes de la psicoterapia.

2- Clarificación y análisis de términos y conceptos:

El consejero o asistente filosófico analiza los términos empleados o comprometidos en el planteamiento de la reflexión, abocándose en particular a los conflictos de valores y a los dilemas éticos, razón por la cual es de fundamental importancia clarificar los conceptos que pueden estar comprometidos en la situación planteada (culpa, responsabilidad, envidia, suicidio, justicia, traición, buena fe, vanidad, orgullo, valentía, lealtad).

3- Exposición de presupuestos implícitos e implicaciones lógicas:

El asesor filosófico apunta a develar los presupuestos que signan el discurso del consultante, para ayudarlo a ampliar su perspectiva sobre aquello acerca de lo cual se propone reflexionar. Estos presupuestos no se agotan en la lógica formal sino que se inscriben en el horizonte de una lógica conceptual dialéctica que afecta diversos niveles de la vida: el ético, el volitivo, el físico, el social y el cultural.

4- Exposición de contradicciones e incoherencias: En esta etapa se ponen en evidencia las eventuales contradicciones e incoherencias entre lo implícito y lo explícito. El consejero filosófico trabaja con la lógica interna del pensamiento del individuo, es decir, destaca -si las hubiere-contradicciones lógicas en el discurso (teoría) de una persona, o entre el discurso y la acción (teoría y praxis), y las somete a discusión.

5- Rastreo de teorías filosóficas:

a) Influencia de teorías previas: Por teorías previas hay que comprender la serie de concepciones y filosofías con las cuales el sujeto enfrenta al mundo. En rigor se trata de un conjunto de categorías y conceptos que actúan explícita o implícitamente. Se ponen en evidencia las concepciones filosóficas que subyacen en el discurso del consultante, de modo de no trabajar exclusivamente con su historia emocional sino con su historia conceptual, con la forma en que entiende el universo de los valores en relación a su propia vida y a su visión del mundo, procurando sacar a luz las ideas y valores comprometidos en cada situación.

b) Teorías alternativas que pueden ampliar el horizonte de reflexión:

En esta etapa se brindan herramientas filosóficas que pueden ampliar la reflexión en torno al tema abordado, entendiendo al ser humano no sólo como resultado de una historia individual sino como resultado de relaciones sociales, ideales culturales y paradigmas conceptuales que se modelan conforme a ciertas filosofías.

 

4 de noviembre

 

 








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