2015-10-28 11:58:00

Papa: diálogo entre religiones por un mundo de justicia y de paz y ayuda a Pakistán y Afganistán


Oración, compromiso y caridad activa

(RV).- En la audiencia general interreligiosa, en conmemoración de la Declaración conciliar Nostra Aetate, el Papa Francisco pronunció un apremiante llamamiento ante el trágico terremoto con epicentro en Afganistán que asoló también Pakistán, asegurando cercanía y oración y pidiendo que se ayude a las poblaciones afectadas:

«Estamos cerca de las poblaciones de Pakistán y de Afganistán golpeadas por un fuerte terremoto, que ha causado numerosas víctimas e ingentes daños. Oremos por los difuntos y sus familiares, por todos los heridos y los sin techo, implorando de Dios alivio en el sufrimiento y coraje en la adversidad. Que no falte a estos hermanos nuestra solidaridad concreta».

En sus palabras a los peregrinos llegados de tantas partes del mundo, el Obispo de Roma hizo hincapié en la necesidad de renovar las oraciones y los compromisos para establecer un diálogo  fraterno y fructuoso con cuantos pertenecen a otras religiones, para construir un mundo de justicia y de paz. Y renovó su exhortación a ser levadura también en la promoción del diálogo con las otras religiones y las personas de buena voluntad, anhelando construir un mundo más fraterno y justo.

¡Acuérdense siempre que podemos caminar juntos cuidándonos los unos a los otros y a la creación! – invitó el Santo Padre tras recordar que el diálogo basado en el respeto confiado puede brindar semillas de bien, que a su vez se vuelven brotes de amistad y de colaboración en todos los ámbitos, sobre todo en el servicio a los pobres, a los pequeños a los ancianos, en la acogida a los migrantes, en la atención a los excluidos:

«Hermanos y hermanas, hace cincuenta años fue promulgada la Declaración sobre las relaciones de la Iglesia con las religiones no cristianas: ella nos muestra la tarea particular de la Iglesia universal de reforzar el diálogo entre los hombres y entre las religiones. Durante el próximo Jubileo extraordinario de la Misericordia, dediquémonos a esta tarea a través de la oración y con la solicitud por el desarrollo de obras de caridad. Bendigo a todos aquellos que emprenden estas iniciativas».

Como en otras oportunidades, antes de llegar a la Plaza de San Pedro, el Santo Padre fue a saludar a los enfermos, que siguieron la audiencia desde el Aula Pablo VI, debido a la lluvia intermitente que caía sobre Roma. Rezó con ellos un Ave María y les dio su bendición.

En el día de la fiesta de los Santos Simón y Judas Tadeo, el Papa deseó que el recuerdo de los Apóstoles, primeros testigos del Evangelio, acreciente la fe y aliente la caridad. Y en sus palabras a los jóvenes, a los enfermos y a los recién casados, alentó a invocar a la Madre de Jesús, a rezar el Rosario y a imitar su amor.

«Al concluir el mes de octubre invoquemos a María, la Madre de Jesús. Queridos jóvenes, aprendan a rezarle con el rezo sencillo y eficaz del Rosario. Queridos enfermos, que la Virgen los sostenga en la prueba del dolor. Queridos recién casados, ¡imiten su amor a Dios y a los hermanos!»

Y para terminar la audiencia, el Papa Bergoglio pidió a cada uno que se uniera en oración en silencio, cada uno según su tradición religiosa:

«Pidamos al Señor, que nos haga más hermanos entre nosotros y más servidores de nuestros hermanos más necesitados. Oremos en silencio y que Dios nos bendiga a todos».

(CdM – RV)








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