Acompañar como el buen samaritano

(RV).- El presidente del Consejo Pontificio para las Comunicaciones Sociales, monseñor Claudio Maria Celli destaca a Radio Vaticano la importancia del acompañamiento pastoral a las familias. La entrevista fue realizada por el jesuita Guillermo Ortiz.

“Yo creo que el tema del lenguaje no es solo un tema de vocabulario, de palabras que se emplean. El lenguaje tiene una dimensión antropológica que significa para nosotros hablarnos y hablar al hombre y a la mujer de hoy”.

“Creo que hay una dimensión profunda de una Iglesia, expresada aquí por sus obispos, de una Iglesia que quiere comprender primariamente, para después caminar… acompañar, una Iglesia que, si ayuda a comprender siempre la verdad, pero una Iglesia que vive en una dimensión de maternidad profunda”.  

“La Iglesia indudablemente en el camino de la historia ha intentado siempre ayudar con su dimensión magisterial pero me parece que en este momento también quiere demostrar su dimensión maternal, una vez más”.

“Yo me acuerdo lo que decía Pablo VI en la conclusión del Concilio Vaticano II, Pablo VI decía que la parábola del buen samaritano era la expresión de la espiritualidad conciliar, que significa, una actitud de cercanía, de corresponsabilidad, el buen samaritano frente al herido no solamente lo mira e intenta descubrir lo que está pasando sino más bien se hace responsable de él, se lo lleva, toma cuidado, acompaña”.

“Yo creo que es para mí algo muy importante el lenguaje… acompañamiento, discernimiento, un acompañamiento pastoral, especialmente para aquellas realidades que sufren dificultad, familias con realidades complejas, y también diría sufrimientos. No es fácil enfrentar la vida”.

“Las intervenciones de los padres ha salido esta palabra: acompañamiento, acompañar. Así que antes de juzgar, antes de etiquetar, la Iglesia quiere comprender pero al mismo tiempo dice: aquí estoy, aquí estoy para acompañar, para que se enfrenten juntos las dificultades de la vida, los problemas de la vida, que es la dimensión de lo que nos ha enseñado Jesús con la parábola del buen samaritano”.

“Papa Francisco nos ha hablado de una comunicación como momento de una cultura del encuentro… ir al encuentro significa responsabilizarse de las personas, acompañarlas”.

“Todo lo que se respira en este Sínodo no es un aire de gueto, los padres no hablan solamente de las familias cristianas o católicas, la familia es demasiado importante para los miembros de la familia y para la sociedad. Es allí donde aprendemos los primeros valores, es allí donde aprendemos qué significa vivir juntos y vivir amándonos, es allí donde uno aprende qué significa amar, qué significa donarse, qué significa acoger al otro, qué significa perdonarse y ser perdonados. Y también para nosotros una perspectiva más religiosa es allí donde aprendemos qué significa ser amados por Dios. Decía un lema en América Latina, si nuestros padres nos aman y se aman entre ellos, para mi es más fácil comprender que Dios es Padre”.

“Este es el desafío que tenemos que enfrentar, que no es un problema solamente socio económico, es un problema cultural, humano, hay cansancio, hay dificultades, hay situaciones indudablemente pesadas, como hay momentos bellísimos”.

Para Radio Vaticano, MTC.