Programa en español para Guinea Ecuatorial y África

(RV).- El Papa Francisco alentó a celebrar con «alegría, alabanza y acción de gracias al Señor, el cincuenta aniversario de la institución del Sínodo de los Obispos» y presidió la solemne conmemoración.

«Nuestra mirada se extiende también a la humanidad», afirmó el Obispo de Roma e hizo hincapié en que «una Iglesia sinodal es como un emblema levantado entre las naciones (cfr. Is 11, 12) en un mundo que – aun invocando participación, solidaridad y la transparencia en la administración de la cosa pública – a menudo entrega el destino de poblaciones enteras en manos codiciosas de pequeños grupos de poder».

Como Iglesia que "camina junto" a los hombres, partícipe de las dificultades de la historia, cultivamos el sueño que el redescubrimiento de la dignidad inviolable de los pueblos y de la función de servicio de la autoridad podrán ayudar a la sociedad civil a edificarse en la justicia y la fraternidad, generando un mundo más bello y más digno del hombre para las generaciones que vendrán después de nosotros.

Evocando a San Juan Pablo II que pidió que se le ayudara a encontrar «una forma del ejercicio del primado que, sin renunciar de ningún modo a lo esencial de su misión, se abra a una situación nueva», el Papa Bergoglio reiteró la necesidad y la urgencia de pensar a «una conversión del papado», como escribió en la Evangelii Gaudium.

 

¡Ay del mundo a causa de los escándalos! Es inevitable que existan pero ¡ay de aquel que los causa! Con la fuerza de estas palabras de Jesús, el Papa Francisco – antes de comenzar la catequesis de su audiencia general de esta semana – quiso pedir perdón, en nombre de la Iglesia, por los escándalos que en estos últimos tiempos han ocurrido tanto en Roma como en el Vaticano

El Santo Padre reflexionó sobre las promesas que se hacen a los niños y, en sus palabras en español deseó «Que la Virgen María y San José, que tuvieron bajo su custodia al Hijo de Dios, nos enseñen a acoger a Jesús en cada niño».

Hoy, sábado 17 de octubre es la Jornada Mundial del rechazo de la miseria, como recordó el Obispo de Roma el pasado miércoles, con un nuevo llamamiento a eliminar la pobreza impulsando la caridad de Cristo.

En su audiencia general,  de la segunda semana del Sínodo de los Obispos sobre el tema de la familia, el Papa señaló que reza por todas las familias, en especial por los niños, con el anhelo de que se impulse la atención hacia los pequeños y se suscite en ellos el amor a Dios y a los hermanos.

Con gran dolor por la terrible matanza perpetrada en la capital de Turquía, que ha causado  numerosas víctimas inermes, el Papa Francisco invitó a la oración y rezó con miles de peregrinos que acudieron a la Plaza de San Pedro, para la cita del rezo del Ángelus.

Solo recibiendo con humilde gratitud el amor del Señor nos liberamos de las seducciones de los ídolos y la ceguera, dijo el Papa, introduciendo el rezo mariano dominical,  y reflexionando sobre el Evangelio del domingo, que se articula en tres escenas, marcadas por tres miradas de Jesús.

Nos acompaña la Voz de los Peregrinos en la Plaza de San Pedro

(CdM – RV)