2015-10-05 18:01:00

La Voz de Dios en la Reunión de Obispos en el Vaticano


REFLEXIONES EN FRONTERA, jesuita Guillermo Ortiz

En octubre de 2014 en la víspera del Sínodo sobre los “desafíos pastorales de la familia en el contexto de la evangelización” en la plaza de san Pedro, en el Vaticano y en diversas partes del  mundo se invocó la asistencia del Espíritu “pidiéndole que los Padres sinodales –al poner atención en el tema de la familia– supieran escuchar y confrontarse teniendo fija la mirada en Jesús, Palabra última del Padre y criterio de interpretación de la realidad”, como recordó Francisco.

Este año también se rezó invocando al Espíritu, porque “sin el Espíritu Santo, Dios resulta lejano, Cristo permanece en el pasado, la Iglesia se convierte en una simple organización, la autoridad se transforma en dominio, la misión en propaganda, el culto en evocación y el actuar de los cristianos en una moral de esclavos”, como explicó Francisco, que pidió: “Oremos para que el Sínodo sepa reorientar la experiencia conyugal y familiar hacia una imagen plena del hombre; que sepa reconocer, valorizar y proponer todo lo bello, bueno y santo que hay en ella; abrazar las situaciones de vulnerabilidad que la ponen a prueba: la pobreza, la guerra, la enfermedad, el luto, las relaciones laceradas y deshilachadas de las que brotan dificultades, resentimientos y rupturas; que recuerde a estas familias, y a todas las familias, que el Evangelio sigue siendo la «buena noticia» desde la que se puede comenzar de nuevo. Que los Padres sepan sacar del tesoro de la tradición viva palabras de consuelo y orientaciones esperanzadoras para las familias, que están llamadas en este tiempo a construir el futuro de la comunidad eclesial y de la ciudad del hombre”. @jesuitaguillo








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