2015-06-22 14:09:00

Para Francisco Turín es un lugar familiar en sentido pleno, lleva la fe en la sangre


(RV).- Francisco Peregrino en Turín, volvió también físicamente a sus raíces genealógicas. Contempló el rostro del crucificado en el Santo Sudario que su abuela le contó de chico, y también el rostro de familiares suyos de sangre, porque es de esta región de Italia de donde salieron sus abuelos para la Argentina en 1929.

El domingo 21 de junio, entre un encuentro y otro, Francisco se detuvo en la Iglesia de Santa Teresa, donde se casaron sus abuelos y donde fue bautizado su padre Mario Bergoglio. Allí beso el baptisterio y dejo una dedicatoria que se refiere al valor de la familia y al próximo Sínodo. El lunes 22, un encuentro familiar privado y reservado a los descendientes de la familia. Los familiares vinieron de Portacomaro, a pocos kilómetros de Turín, donde nació en 1884 al abuelo paterno del Papa, Juan Bergoglio.

En Liguria, también cerca de Turín, nació la abuela Rosa Vassallona, que Francisco hizo famosa porque contó públicamente que la abuela Rosa llevaba el sábado santo a los nietos a venerar el Cristo yacente para decirles que Jesús resucitó el domingo. El Cristo yacente es la imagen más similar a la que reproduce el santo sudario. Y en la homilía de la misa en Turín, el Papa recordó de memoria un poema sobre la gente del lugar que la abuela Rosa le enseño. Esta abuela de Francisco se trasladó a Turín con su familia cuando tenía solo 8 años. Aquí conoció después a Juan Bergoglio con quien se casó en 1907. Un año después nació Mario, el padre de Francisco y el 1 de febrero de 1929 partieron para la Argentina. En Buenos Aires, Mario Bergoglio se casó con María Regina Sivori, también originaria de Liguria como la abuela Rosa. Finalmente, la mamá de Jorge Mario Bergoglio, actual Papa Francisco, lo dio a luz el 17 de diciembre de 1936.

Por lo que sé y entiendo, el valor y el sentido de la fe y de la familia están muy unos en el corazón de Francisco. El sentido de la fe y de la familia van juntos, porque lleva la fe en la sangre. Y lo más importante es que Francisco es coherente con esta fe y defendió aquí a la gente de la zona, como uno que los sabe y siente de la propia familia. No solo aquella de la sangre sino aquella de la fe, que es ahora la familia universal de la que es padre.

“Lo llamaremos ‘Jorge’”, dijeron sus familiares de sangre antes del encuentro.

 

 








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