2015-01-07 12:50:00

Papa: la paz del Señor a todas las familias del mundo y ¡gracias mamás!


(RV).- En su primera cita del 2015 con los peregrinos de tantos países, el Papa Francisco reiteró sus mejores deseos de esperanza y de paz para el nuevo año. En el marco de sus catequesis sobre la familia, destacó el papel central de las mamás, así como su importante contribución en la sociedad y en la Iglesia,  recordó a María, Madre de Dios y de la Iglesia y extendió su cariñoso agradecimiento a todas las mamás del mundo.

En la alegría de este tiempo navideño, el Obispo de Roma invocó sobre las familias del mundo la gracia y la paz del Señor Jesús, Hijo de Dios e Hijo de María, Madre nuestra. Y agradeciendo las numerosísimas felicitaciones para estas fiestas y las oraciones por su magisterio pontificio, deseó de todo corazón Feliz Año, rogando a la Virgen María Madre de Dios y de la Iglesia que sea la estrella que protege la vida de las familias.

Saludando cordialmente a los peregrinos de lengua francesa, en particular a la delegación de los imanes franceses empeñada en las relaciones entre cristianos y musulmanes, así como al grupo proveniente de diversos medios de comunicación de Francia, el Papa Francisco deseó que en este tiempo de Navidad todos impulsen con valentía su servicio en favor de la paz, de la fraternidad y de la verdad.

Con su cordial bienvenida a los peregrinos de lengua árabe, en especial a los de Oriente Medio, el Papa alentó a estos queridos hermanos y hermanas a escuchar a las mamás: «¡una mamá sabe siempre qué es lo más importante para que un hijo camine bien en la vida y está siempre lista a sacrificar su vida por sus hijos!»

Con profunda emoción, el Santo Padre dirigió un saludo entrañable y cordial también a los peregrinos polacos, «en particular, para la delegación de supervivientes del campo de concentración de Auschwitz, liberados hace setenta años».

Mirando a María Madre de Dios, el Papa se quiso dirigir a todas las madres: ¡queridísimas mamás, gracias, gracias, por lo que son en la familia y por lo que dan a la Iglesia y al mundo!

Agradeciendo a los circenses del Golden Circus, el Obispo de Roma destacó la importancia de crear belleza en sus espectáculos. La belleza que hace bien al alma y a la razón. Al pensar, «porque somos  animales que piensan, no que piensan como animales» - bromeó, para luego destacar la importancia de la armonía de la mente y del corazón. «¡Dios es verdad, es bueno y es bello!» Y «¡la humanidad tiene tanta necesidad de belleza!».

Y los alentó a  ser «no sólo portadores de sonrisas y mensajeros de solidaridad entre los pueblos y las naciones», sino sobre todo creadores de belleza sus espectáculos.

Y en sus palabras a los jóvenes, a los enfermos y a los recién casados – «a los que llamo valientes ¡porque hay que ser valientes para casarse!» - recordó que, después de la Epifanía debemos seguir mirando la estrella que los Magos siguieron. A los queridos jóvenes los alentó a ser testimonios entusiasmados de la luz de Cristo entre sus coetáneos. A los queridos enfermos, a tomar de su luz la fortaleza en el dolor. Y a los queridos recién casados a ser signo de la presencia luminosa de Dios con su amor fiel. (CdM – RV)








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