“¿Es un agresor injusto? Parece que sí. ¿Cómo lo detenemos?”. Sobre Irak
(RV).- (Con audio) Durante
el vuelo de regreso a Roma desde Corea, Papa Francisco respondió también sobre el
bombardeo por parte de los EE.UU. a los terroristas en Irak. El Obispo de Roma
fue concreto en su respuesta: “Puedo decir solamente que es lícito detener al agresor
injusto. Subrayo el verbo: detener. No digo bombardear, hacer la guerra, sino detener”.
El Santo Padre aludió a la memoria: ¡cuántas veces -dijo- con la excusa de
detener al agresor injusto las potencias se han empadronado de los pueblos y han hecho
una verdadera guerra de conquista!. “Una sola Nación no puede juzgar cómo se detiene
un agresor injusto. Después de la Segunda Guerra Mundial, nació la idea de las Naciones
Unidas. Allí se debe discutir, decir: ‘¿Es un agresor injusto? Parece que sí. ¿Cómo
lo detenemos?’.
También el Pontífice se detuvo a reflexionar sobre el martirio
y los sufrimientos del pueblo coreano: “es un sufrimiento histórico” dijo. Y citó
un ejemplo: rostros de mujeres ancianas en la última misa que presidió en Corea, que
fueron, de jóvenes, llevadas a los cuarteles para la explotación. Rostros que no han
perdido la dignidad, sufrientes. “¡Este sufrimiento es fruto de la guerra!”. Y hoy,
reflexionó el Papa, un mundo en el que se cumplen torturas y crueldades, es un mundo
en guerra. “Crueldad y tortura. Me gustaría mucho, a mí, que ustedes en sus medios
de comunicación, hicieran reflexiones: ¿cómo ven estas cosas, hoy? ¿Cómo está el nivel
de crueldad de la humanidad? ¿Qué piensan de la tortura? Creo que nos hará bien, a
todos nosotros, reflexionar sobre esto”.
Sobre las palabras del Papa habló
ante el micrófono de nuestro colega del programa italiano Alessandro Gisotti, Monseñor
Mario Toso, secretario del Pontificio Consejo de Justicia y Paz:
Papa Francisco,
expresa una impresión bastante común: pensando en los muchos conflictos en acto -
dijo el prelado - , y a los varios pueblos implicados en ellos, no se puede sino obtener
la idea de que la familia humana está inmergida en una parcial y potencial tercera
guerra mundial.
El Papa precisó que el injusto agresor va detenido, e hizo
entender que el ‘cómo’ debe ser detenido debe ser decidido no tanto por un solo estado,
sino más bien por la comunidad internacional. El Pontífice – afirma Mons. Toso – no
sólo se ha puesto en la línea de la más reciente doctrina social de la Iglesia, sino
también de la comunidad internacional, en donde va cultivada la multilateralidad como
vía que ofrece mayores garantías de justicia.