Obispos de Panamá: con el Papa Iglesia en misión, mirar el pasado con gratitud, el
presente con valor y el futuro con esperanza
(RV).- (con audio) Al concluir su reciente
Asamblea plenaria ordinaria, la Conferencia Episcopal Panameña hizo público un comunicado
presentando dos puntos: «Caminar eclesial» y «Desafíos ante el Panamá que queremos».
Con su gran alegría por acoger el Primer Congreso Latinoamericano de Pastoral Familiar,
destacan la importancia del evangelio de la familia, la promoción de la cultura de
la vida y de impulsar y tutelar los derechos de las familias; así como el acompañamiento
a los divorciados y vueltos a casar. Los prelados panameños señalan asimismo el anhelo
de impulsar una sociedad en la que impere una convivencia fraterna. El respeto y reconocimiento
del pluralismo político-ideológico, cultural, étnico y religioso. Entre las preocupaciones
que siguen afectando a la población los Obispos de Panamá recuerdan, como ya hicieron
en sus numerosos mensajes pastorales «la desigualdad y la urgencia de la inclusión
de toda la población, especialmente campesinos, indígenas y afrodescendientes, en
los procesos del desarrollo nacional, que tenga como centro la persona humana y el
bien común; la inseguridad ciudadana que ha llegado incluso a nuestros templos;
el incremento de la violencia intrafamiliar y el femicidio; la debilidad de las instituciones
cuyo fortalecimiento es necesario para el buen funcionamiento del Estado; la desprotección
de los recursos naturales como los bosques y el agua, elemento primordial para la
vida; la inseguridad alimentaria que afecta la sobrevivencia y desarrollo de la población;
la falta de una política energética sostenible y la precaria calidad de los servicios
de educación, salud y transporte; el narconegocio y sus secuelas». Con un llamado
«tanto al gobierno nacional como a los dirigentes políticos, gremiales y sociedad
civil organizada a dar los pasos necesarios para recuperar la confianza en las instituciones
y consolidar el Estado de Derecho», los Obispos de Panamá recuerdan que «eso propiciará
una cultura de la ética y de la legalidad, y generará políticas públicas a favor de
una mayor equidad, basadas en un desarrollo más humano y solidario en el que la persona
humana esté por encima del interés económico».
«Los ciudadanos esperan
de sus gobernantes respeto a la dignidad humana; voluntad recta; transparencia y honradez;
democracia participativa; justicia equitativa y oportuna. Y más allá de la justicia,
aspiramos a que nuestro comportamiento responda a la solidaridad y al amor. Así podremos
todos mirar el pasado con agradecimiento, el presente con valor y el futuro con esperanza»,
escriben los prelados panameños, que luego imploran a Santa María La Antigua, Patrona
de Panamá, para alcanzar todos del Señor la sabiduría que procede de su Espíritu y
así poder descubrir los caminos que edificarán a la Iglesia y transformarán la realidad
de su país con la fuerza del Evangelio. (CdM - RV)
Texto completo del comunicado:
COMUNICADO
DE LA CONFERENCIA EPISCOPAL PANAMEÑA “C.E.P.” CON OCASIÓN DE LA ASAMBLEA PLENARIA
ORDINARIA N° 200 PANAMÁ. 11 DE JULIO DE 2014 Hermanos y hermanas en el Señor:
“La
alegría del Evangelio llena el corazón y la vida entera de los que se encuentran con
Jesús” (EG 1), así lo reconocemos en nuestras vidas y así lo vivimos en nuestra Asamblea
Plenaria Ordinaria n° 200. Con este espíritu nosotros, los Obispos de la Iglesia Católica
Panameña les hacemos llegar un mensaje orientador para su vivencia y compromiso cristiano
ante los desafíos que enfrentamos como Iglesia y como nación. I. Caminar
eclesial Somos Iglesia en estado de misión. El amor misericordioso
de Jesús nos pone a todos los bautizados en misión permanente e impulsa a ser una
Iglesia que va a las periferias existenciales y geográficas. Como nos recuerda el
papa Francisco: "es vital que hoy la Iglesia salga a anunciar el Evangelio a todos,
en todos los lugares, en todas las ocasiones, sin demoras, sin asco y sin miedo" (EG
23).
En este espíritu, ha sido causa de particular alegría que el Santo Padre
haya nombrado nuevo obispo para la Diócesis de Colón-Kuna Yala, a Fray Manuel Ochogavía
Barahona osa, quien, en la línea de sus predecesores, conducirá al pueblo que se le
ha confiado, por el sendero de Vida y Verdad, que es el de Jesús. Es conocida nuestra
preocupación por la familia panameña, por ello nos resulta motivo de particular significado
el hecho que nuestro país será sede del Primer Congreso Latinoamericano de Pastoral
Familiar, el cual con el título “Familia y Desarrollo Social para la Vida Plena y
la Comunión”, tendrá lugar del 4 al 9 de agosto de 2014. Así también, entre el 5 y
el 19 de octubre de 2014, en la Ciudad del Vaticano, se desarrollará la III Asamblea
General Extraordinaria del Sínodo de Obispos, convocada por el Papa Francisco bajo
el lema “Los desafíos pastorales de la familia en el contexto de la evangelización”.
El Documento de Aparecida nos pide asumir la preocupación por la familia como uno
de los ejes transversales de toda la acción evangelizadora de la Iglesia. Para esto
es importante que en toda diócesis exista una pastoral familiar “intensa y vigorosa”
para proclamar el evangelio de la familia, promover la cultura de la vida, y trabajar
para que los derechos de las familias sean reconocidos y respetados.
Entre
las acciones en apoyo de la familia, cabe mencionar: “Acompañar con cuidado, prudencia
y amor compasivo, siguiendo las orientaciones del Magisterio (FC 84; SCa 29), a las
parejas que viven en situación irregular, teniendo presente que a los divorciados
y vueltos a casar no les es permitido comulgar (FC 77). Se requieren mediaciones para
que el mensaje de salvación llegue a todos. Urge impulsar acciones eclesiales, con
un trabajo interdisciplinario de teología y ciencias humanas, que ilumine la pastoral
y la preparación de agentes especializados para el acompañamiento de estos hermanos”
(DA 437). En nuestra Asamblea también hemos dado gracias a Dios por el P. Fernando
Guardia Jaén sj, quien entregó su vida al Creador, el pasado domingo 6 de julio. Que
su amor y servicio a la Iglesia, así como también su fervor patrio sirvan de ejemplo
para todos: Rector del Seminario Mayor San José, Vicario de Pastoral de la Arquidiócesis,
fundador del Servicio Social Javeriano, Director de Radio Hogar, fundador y animador
del programa “Maestro en Casa”, promotor de la Cruzada Civilista. II. Desafíos
ante el “Panamá que queremos” Frente a la realidad que nos conmueve y nos interpela,
queremos poner en común las respuestas y preocupaciones que hemos dado, en diversos
momentos y ámbitos de la vida social. Nos resulta esperanzador que en las pasadas
elecciones generales los panameños demostramos una gran madurez política y civismo,
lo que es un patrimonio precioso que debemos valorar y agradecer como país. Con
este actuar quedó confirmado cómo la inmensa mayoría de nuestro pueblo anhela vivir
en una sociedad en la que impere una convivencia fraterna basada en el respeto y aprecio
mutuo, el efectivo reconocimiento del pluralismo político-ideológico, cultural, étnico
y religioso, superando el clima de tensión y confrontación permanente que reduce las
posibilidades de enfrentar adecuadamente los grandes desafíos de la nación. Sentimos
con nuestro pueblo y compartimos su preocupación por el futuro del país. Problemas
crónicos, que ya hemos mencionado en numerosos mensajes pastorales, siguen afectando
a la población: la desigualdad y la urgencia de la inclusión de toda la población,
especialmente campesinos, indígenas y afrodescendientes, en los procesos del desarrollo
nacional, que tenga como centro la persona humana y el bien común; la inseguridad
ciudadana que ha llegado incluso a nuestros templos; el incremento de la violencia
intrafamiliar y el femicidio; la debilidad de las instituciones cuyo fortalecimiento
es necesario para el buen funcionamiento del Estado; la desprotección de los recursos
naturales como los bosques y el agua, elemento primordial para la vida; la inseguridad
alimentaria que afecta la sobrevivencia y desarrollo de la población; la falta de
una política energética sostenible y la precaria calidad de los servicios de educación,
salud y transporte; el narconegocio y sus secuelas. Hacemos un llamado, tanto al
gobierno nacional como a los dirigentes políticos, gremiales y sociedad civil organizada
a dar los pasos necesarios para recuperar la confianza en las instituciones y consolidar
el Estado de Derecho. Eso propiciará una cultura de la ética y de la legalidad, y
generará políticas públicas a favor de una mayor equidad, basadas en un desarrollo
más humano y solidario en el que la persona humana esté por encima del interés económico.
Animamos
a los ciudadanos y ciudadanas a ser positivos y propositivos. No podemos lamentarnos
del mal sin actuar contra él. Es necesaria la búsqueda personal y sincera del bien,
reafirmar nuestros valores, elevar la cultura ciudadana, adecentar la política, enrumbar
el Estado al servicio del bien común, enfocado en la persona humana y sensible a los
más necesitados. Los ciudadanos esperan de sus gobernantes respeto a la dignidad
humana; voluntad recta; transparencia y honradez; democracia participativa; justicia
equitativa y oportuna. Y más allá de la justicia, aspiramos a que nuestro comportamiento
responda a la solidaridad y al amor. Así podremos todos mirar el pasado con agradecimiento,
el presente con valor y el futuro con esperanza. Agradecemos a los que nos han
acompañado con sus oraciones, reflexiones, aportes y servicios durante el desarrollo
de nuestra asamblea. Imploramos a Santa María La Antigua, Patrona de Panamá, para
que obtengamos del Señor la sabiduría que procede de su Espíritu y así podamos descubrir
los caminos que edificarán nuestra Iglesia y transformarán la realidad de nuestro
país con la fuerza del Evangelio.