“Quien no escucha, quien no mira a los ojos de las víctimas no puede entender”: P.
Fortunato Di Noto Fundador de la Asociación Meter contra la pedofilia
(RV).- (Con audio)
Sobre el encuentro
del Papa con las víctimas de abusos, habló ante el micrófono de nuestro colega del
programa italiano Fabio Colagrande, el padre Fortunato Di Noto, fundador de la Asociación
Meter contra la pedofilia.
P. Fortunato señaló cómo Papa Francesco, siguiendo
los pasos bien establecidos por el Papa Benedicto XVI, continúa dando una señal que
llama “casi una revolución”. “Él está escuchando – dice p. Fortunato - justamente
aquel grito del Niño Jesús que recoge el clamor de tantas víctimas, de tantos niños”
. “Papa Francisco está dando una señal clara: la Iglesia es la madre y porque es madre
debe proteger a sus hijos”.
En el curso de los siglos, prosiguió, tal vez la
Iglesia olvidó esta atención, pero Papa Francisco acogiendo a las víctimas en el corazón
de la Iglesia ha reafirmado que la Iglesia está de su lado. El fundador de la Asociación
Meter señala que según su parecer este es un llamado incisivo para todos los obispos,
para que comiencen o continúen cada vez más y más a ser pastores del rebaño; y para
las víctimas, la señal más importante que está dando el Papa es “la posibilidad de
ofrecer caminos de sanación, libertad y reconciliación”. Pero por encima de todo se
dice aún que “no suceda nunca más” . Por desgracia, observa p. Fortunato, el problema
es que todavía hay algunos eventos similares que suceden, pero la Iglesia ahora los
enfrenta con determinación: “los que cometen estos actos no pueden estar en la comunidad
eclesial”.
Sobre el gesto de Francisco de transcurrir aproximadamente tres
horas encontrando las víctimas el p. Di Noto explicó que para quienes como él se
han puesto a escuchar y a mirar el dolor de las víctimas, Papa Francisco ha dado una
ulterior señal: “quien no escucha no comprende, quien no mira a los ojos de las víctimas,
quien no nota las heridas – no sólo psicológicas sino también físicas en su existencia
- no puede entender”. “Se necesita coraje para escuchar lo que sucede en las heridas
de la gente, una gran humildad también. Creo que el dolor ha impuesto en Francisco
casi la actitud de compenetración en el sufrimiento humano. Es una señal, un comportamiento,
yo diría casi un estilo pastoral, que no podemos no hacer nuestro: yo, que soy un
párroco, y en consecuencia todos los obispos”.