Después de Siria, preocupa en el Vaticano el deterioro de la situación en Irak
(RV).- (audio) El Cardenal Prefecto,
Leonardo Sandri, junto con los Superiores y Oficiales de la Congregación para las
Iglesias Orientales, sigue con profunda preocupación el agravamiento de la ya frágil
situación en Irak. En una nota del dicasterio se informa que en este sentido el
cardenal Sandri expresa su especial cercanía a Su Beatitud Luis Sako, Patriarca de
Babilonia de los Caldeos, que en varias ocasiones tras su elección ha sostenido el
diálogo y la reconciliación nacional. Una cercanía que el prefecto extiende también
a los arzobispos caldeo y siro-católico de Mosul, Mons. Nona y Mons. Moshe.
En
estas horas trágicas los dos prelados están al lado de la gente: cristianos y musulmanes
obligados a huir de sus hogares y de sus propias ciudades, en busca de la supervivencia.
“En la tierra de Abraham, que se puso en camino siguiendo la promesa de Dios, se asiste
al enésimo éxodo de cientos de miles de hombres, mujeres y niños, que ven como queda
anulada para ellos también la promesa de la estabilidad y de la vida”.
El cardenal
Sandri en una llamada telefónica manifestó personalmente al arzobispo Mons. Nona la
proximidad de toda la Congregación de las Iglesias Orientales y de la Santa Sede y
su disponibilidad para lo que necesitaran. Por su parte, el arzobispo aseguró que
las iglesias y las escuelas y los lugares católicos están abiertos a todos los refugiados,
en un espíritu de cooperación entre los seguidores de las distintas religiones. En
nombre de los hermanos y de los fieles, evocó el apoyo y la paternidad del Papa Francisco
y la solícita y solidaria oración de la Iglesia universal, que invoca el surgimiento
de nuevas semillas de justicia.
La oración profética por la paz que el domingo
de Pentecostés reunió en torno al Santo Padre y el Patriarca Bartolomé en el Vaticano,
a los líderes de dos pueblos en conflicto pueda abrir, acaba la nota, un horizonte
de paz segura en Irak, en Siria y en todo Oriente Medio.