Declaración de la Oficina de Prensa de la Santa Sede al final del Encuentro de la
Pontificia Comisión para la Protección de los Menores
(RV).- Los primeros miembros de la Pontificia Comisión para la Protección de los Menores
se han reunido por primera vez en la Casa de Santa Marta del 1 al 3 de mayo. El objetivo
del encuentro, como se anunció previamente, era presentar al Santo Padre sugerencias
acerca de las funciones de dicha Comisión y proponer el nombramiento de otros miembros
procedentes de diversos lugares del mundo. Los miembros que han tomado parte en este
encuentro han sido: Catherine Bonnet, Francia; Marie Collins, Irlanda; Sheila Baroness
Hollins, Reino Unido ; el cardenal Sean Patrick O'Malley, O.F.M.Cap, Estados Unidos
; Claudio Papale, Italia; Hanna Suchocka, Polonia; Humberto Miguel Yáñez, S.I., Argentina
y Hans Zollner, S.I., Alemania.
Al final del encuentro, con motivo de un briefing
para los medios de comunicación, en la Oficina de Prensa de la Santa Sede, se ha publicado
- por cuenta de la Comisión - la siguiente declaración:
“A la hora de empezar
nuestro servicio queremos expresar nuestra profunda solidaridad a todos los que han
sido víctimas de abusos sexuales cuando eran niños o adultos vulnerables y hacer saber
que desde el comienzo de nuestra tarea hemos adoptado el principio de que el bien
de un niño o de un adulto vulnerable es prioritario a la hora de tomar cualquier decisión.
Durante
nuestros encuentros, cada uno de nosotros ha compartido ideas, experiencias y aspiraciones
sobre esta Pontificia Comisión. Respondiendo a la solicitud del Santo Padre, la discusión
se ha centrado en la naturaleza y los objetivos de la Comisión y en la ampliación
de sus miembros para incluir a personas de otras zonas geográficas y de diversas competencias.
En nuestras conversaciones también hemos examinado muchas propuestas
sobre la forma en que la Comisión podría colaborar con expertos de sectores relacionados
con la salvaguardia de los menores y los adultos vulnerables. También nos hemos encontrado
con varios miembros de la Curia romana de cara a una futura cooperación, entre ellos
representantes de la Secretaría de Estado, de la Congregación para la Doctrina de
la Fe, de la Congregación para el Clero, de la Oficina de Prensa de la Santa Sede
y de la Gendarmería Vaticana.
En cuanto Comisión consultiva del Santo
Padre, comunicaremos al Papa Francisco los resultados de nuestro trabajo. A su debido
tiempo, propondremos iniciativas para fomentar la responsabilidad local en todo el
mundo y el intercambio mutuo de ''prácticas mejores'' para la protección de todos
los menores, mediante programas de preparación, educación, formación y respuesta ante
los abusos. También hemos compartido con el Papa la importancia que atribuimos a algunos
aspectos de nuestro futuro trabajo. Consideramos que es muy importante asegurar la
responsabilidad (accountability) de la Iglesia, incluida la puesta a punto de medidas
y procedimientos eficaces y transparentes. Propondremos al Santo Padre unos estatutos
que expresen con más precisión la naturaleza de la Comisión, su estructura, su actividad
y sus objetivos. Está claro, por ejemplo, que la Comisión no tratará los casos individuales
de abusos, pero podrá presentar sugerencias sobre las normas para garantizar la responsabilidad
(accountability) y las mejores prácticas. En los estatutos presentaremos propuestas
específicas que hagan hincapié en la sensibilización de la opinión pública sobre las
trágicas consecuencias del abuso sexual y de las devastadoras repercusiones de no
escuchar o no informar cuando se sospecha un abuso, así como de la falta de ayuda
a las víctimas de abusos sexuales y a sus familias.
Al mismo tiempo
que los católicos se comprometen a que nuestras parroquias, escuelas e instituciones
sean lugares seguros para todos los menores, nosotros, junto con las personas de buena
voluntad, nos comprometemos a asegurar que los niños y los adultos vulnerables estén
protegidos de los abusos. Pedimos a todos los que apoyan el trabajo de la Comisión
que recen por nosotros.”