“Se dio todo a todos”: el Papa saluda al pueblo polaco
(RV).- (Actualizado con audio) Con ocasión
de la canonización de Juan XXIII y de Juan Pablo II, el Papa Francisco envió un video
mensaje al pueblo polaco, retransmitido por la televisión y la radio nacional de Polonia.
Mensaje
del Papa Francisco al pueblo de Polonia
¡Queridos compatriotas de
Juan Pablo II!
Ya está cerca la canonización de aquél gran hombre y Papa que
ha pasado a la historia con el nombre de Juan Pablo II. Soy feliz de haber sido llamado
a proclamar su santidad el próximo Domingo de la Divina Misericordia, como conclusión
de la Octava de Pascua. Estoy agradecido a Juan Pablo II, como todos los miembros
del Pueblo de Dios, por su incansable servicio, su guía espiritual, por haber introducido
a la Iglesia en el tercer milenio de la fe y por su extraordinario testimonio de santidad.
El
Papa Benedicto XVI notó justamente, tres años atrás, el día de la beatificación de
su Predecesor, que aquello que Juan Pablo II pedía a todos, es decir, no tener miedo
y de abrir de par en par las puertas a Cristo, él mismo lo hizo primero: “abrió a
Cristo la sociedad, la cultura, los sistemas políticos y económicos, invirtiendo con
la fuerza de un gigante – fuerza que le venía de Dios – una tendencia que podía parecer
irreversible. Con su testimonio de fe, de amor y de coraje apostólico, acompañado
por una gran carga humana, este ejemplar hijo de la Nación Polaca ayudó a los cristianos
de todo el mundo a no tener miedo de llamarse cristianos, de pertenecer a la Iglesia,
de hablar del Evangelio. En una palabra: nos ha ayudado a no tener miedo a la verdad,
porque la verdad es garantía de la libertad” (Homilía, 01 de mayo de 2011). Me identifico
plenamente con estas palabras de Benedicto XVI.
Todos sabemos que, antes de
recorrer los caminos del mundo, Karol Wojtyla creció al servicio de Cristo y de la
Iglesia en su patria, Polonia. Allí se formó su corazón, corazón que después se dilató
a la misión universal, antes participando en el Concilio Vaticano II, y sobre todo
después del 16 de octubre de 1978, porque en él encontraron lugar todas las naciones,
las lenguas y las culturas. Juan Pablo II “se dio todo a todos”.
Agradezco
al pueblo polaco y a la Iglesia de Polonia por el don de Juan Pablo II. Todos fuimos
enriquecidos por este don. Juan Pablo II continúa a inspirarnos. Nos inspiran sus
palabras, sus escritos, sus gestos, su estilo de servicio. Nos inspira su sufrimiento
vivido con esperanza heroica. Nos inspira su total confiarse en Cristo, Redentor del
hombre, y en la Madre de Dios.
Durante la reciente visita ad limina Apostolorum
de los Obispos polacos, he subrayado que la Iglesia en Polonia continúa teniendo grandes
potencialidades de fe, de oración, de caridad, y de práctica cristiana. Puse también
de relieve los desafíos pastorales como la familia, los jóvenes, los pobres y las
vocaciones al sacerdocio y a la vida consagrada. Espero que la canonización de Juan
Pablo II y también de Juan XXIII dé un nuevo impulso al trabajo cotidiano y perseverante
de la Iglesia en su patria. Me alegro del hecho que, si Dios quiere, dentro de dos
años visitaré por primera vez su país en ocasión de la Jornada Mundial de la Juventud
2016.
Invito a todos a vivir profundamente la canonización del beato Juan Pablo
II y del beato Juan XXIII. Algunos de ustedes vendrán a Roma, pero gracias a los Medios
de comunicación muchísimos podrán participar de este gran evento. Por eso, ya desde
hoy, quiero agradecer a todos los periodistas de diarios, radio y televisión por el
servicio a la canonización del 27 de abril.
Saludo a todos los compatriotas
de Juan Pablo II, también a aquellos que no pertenecen a la Iglesia católica. Los
llevo a todos en mi corazón. ¡Dios los bendiga a todos!
(Traducción del italiano:
Mariana Puebla – Radio Vaticano)