2014-04-12 13:49:02

El Dueño de la vida quiere que todos la tengan en abundancia


El Papa en la Semana

(RV).- (Con audio) RealAudioMP3 -“Dejémonos liberar de las vendas del orgullo. Cristo no se resigna a los sepulcros que nos hemos construido con nuestras elecciones de mal y de muerte. Él nos invita, casi nos ordena, que salgamos de la tumba en la cual nuestros pecados nos han hundido”. Lo afirmó el Papa Francisco antes de rezar el ángelus junto a miles de fieles y peregrinos en la Plaza de San Pedro, comentado el Evangelio del quinto domingo de Cuaresma, que narra la resurrección de Lázaro.

“El grito de Jesús al amigo ¡sal afuera!” – dijo el Papa – está dirigido a cada hombre, porque todos estamos marcados por la muerte. Es la voz de quien es el dueño de la vida y quiere que todos ‘la tengan en abundancia’. Nos llama insistentemente a salir de la oscuridad de la prisión en la que estamos encerrados, conformándonos con una vida falsa, egoísta, mediocre”.

“Nuestra resurrección – explicó el Pontífice – comienza desde aquí: cuando decidimos obedecer a esta orden de Jesús saliendo a la luz, a la vida, y Jesús nos muestra en Lázaro hasta dónde puede llegar nuestro cambio. ¡No hay ningún límite a la misericordia divina ofrecida a todos!” – hizo repetir varias veces el Papa a los fieles. “El Señor está siempre listo para levantar la piedra tumbal de nuestros pecados”.

Después de la oración mariana Francisco saludo a los peregrinos, recordó el genocidio en Ruanda de 1994, los cinco años del terremoto en la ciudad italiana de L’Aquila y explicó el gesto del regalo del Evangelio de bolsillo en Cuaresma.

Por la tarde el Santo Padre visitó la parroquia de San Gregorio, en el barrio periférico romano de la Magliana, donde celebró la Santa Misa.

- Como todos los miércoles, también esta mañana en la Plaza de San Pedro se dieron cita miles de fieles y peregrinos de numerosos países deseosos de participar en la audiencia general del Santo Padre para escuchar su catequesis y recibir su bendición apostólica. En esta ocasión el Papa comenzó una nueva serie de catequesis dedicada a los siete dones del Espíritu Santo, empezando por el don de la sabiduría. Sabiduría que no es fruto del conocimiento y de la experiencia humana, sino que consiste en una luz interior que sólo puede dar el Espíritu Santo y que nos hace capaces de reconocer la huella de Dios en nuestra vida y en la historia.

Sabiduría que nace de la intimidad con Dios y que hace del cristiano un contemplativo, es decir, una persona que todo lo ve como signo de su amor y motivo para dar gracias. Lo que significa que el cristiano tiene como el “gusto” y el “sabor” de Dios, de modo que su corazón y en su vida todo habla de Dios. Por esta razón el Santo Padre pidió que también nosotros nos preguntemos si nuestra vida tiene el sabor del Evangelio; si los demás perciben que somos hombres y mujeres de Dios; si es el Espíritu Santo el que mueve nuestra vida o son en cambio nuestras ideas o propósitos.

Después de destacar la importancia de que en nuestras comunidades haya cristianos que, dóciles al Espíritu Santo, tengan experiencia de las cosas de Dios y comuniquen a los demás su dulzura y amor; Francisco invitó a los presentes a intensificar la preparación espiritual de las próximas fiestas de la Pascua del Señor, para que la acción del Espíritu Santo produzca frutos de verdadera conversión y santidad.

Producción de María Fernanda Bernasconi. (hispano@vatiradio.va)

El espacio “El Papa en la semana”, se transmite los sábados en las emisiones informativas de las 17,30; 01,45 y 03,20 UTC.

12 de abril







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