2014-03-28 15:50:38

Confesión no es un tribunal de condena, sino experiencia de perdón y misericordia: el Papa a los participantes a un curso de la Penitenciaría Apostólica


(RV).- (Con video) El Santo Padre Francisco esta mañana recibió en audiencia a unos 600 participantes en el curso de la Penitenciaría Apostólica, el Tribunal que tiene jurisdicción en los asuntos relacionados con el fuero interno, también no sacramental, y las indulgencias.
Estáis llamados a ser hombres del Espíritu Santo, ya que "el protagonista del ministerio de la reconciliación es el Espíritu Santo." El Papa Francisco subrayó la importancia de la formación de los sacerdotes, para que sean "buenos confesores, conscientes de la importancia de este ministerio":

"El confesor acoge a los penitentes no con la actitud de un juez, ni tampoco como un simple amigo, sino con el amor de Dios, con el amor de un padre que ve a su hijo de vuelta y va a su encuentro, del pastor que ha encontrado la oveja perdida".

El Papa recordó que los confesores deben ser heraldos y testigos de la Resurrección de Cristo y afirmó que "este testimonio se lee en el rostro, se oye en la voz del sacerdote que administra con fe y con la 'unción' el Sacramento de la Reconciliación"

El corazón del sacerdote es un corazón que sabe conmoverse, no lo hace por mero sentimentalismo o emoción, sino por las "entrañas de misericordia del Señor”. Si bien es cierto que la tradición nos indica el doble papel de médico y de juez para los confesores, no olvidemos nunca que como médico está llamado a sanar y como juez a absolver."

"El perdón que el Sacramento confiere es la vida nueva que nos transmite el Señor Resucitado a través de Su Espíritu", reiteró el Papa que agregó que "la tarea de los sacerdotes es donarla generosamente a los hermanos". Y advirtió: "un sacerdote que no cuida esta parte de su ministerio, es como un pastor que no se toma el cuidado de las ovejas que se le perdieron; es como un padre que olvida de su hijo". Y añadió:

"¡La misericordia es el corazón del Evangelio! No lo olviden. Es la buena noticia de que Dios nos ama, que siempre ama al hombre pecador, y con este amor nos atrae hacia sí y nos invita a la conversión".

"No olvidemos - recuerda Francisco - que los fieles a menudo les cuesta acercarse al Sacramento, ya sea por razones prácticas y ya sea por la natural dificultad de confesar a otro hombre los propios pecados. Por eso recomendó el Papa: "Tenemos que trabajar mucho acerca de nosotros mismos, y nuestra humanidad, para no ser un obstáculo, sino favorecer siempre la misericordia y el perdón".

"Muchas veces sucede que una persona viene y dice:" No me confieso desde hace muchos años, he tenido este problema, salí de la confesión porque me encontré con un sacerdote que me dijo esto'… y vemos la imprudencia, la falta de amor pastoral, en lo que cuenta aquella persona. Y se alejan por una mala experiencia en la confesión. Si hay esta actitud de padre, que viene de la bondad de Dios, esta cosa no sucederá nunca".

“¡La Confesión -dijo Francisco- no es un tribunal de condena, sino una experiencia de perdón y de misericordia!”.

ER - RV








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