Si quieren vivir del Espíritu Santo, conserven la caridad, amen la verdad, y alcanzarán
la eternidad, dijo el Predicador de la Casa Pontificia
(RV).- Esta mañana a las 9.00, en la capilla Redemptoris Mater del Palacio
Apostólico del Vaticano, el Papa Francisco asistió a la segunda predicación de Cuaresma
del Padre Raniero Cantalamessa, predicador de la Casa Pontificia.
El tema general
de su predicación es: “Sobre las espaldas de los gigantes. Las grandes verdades de
nuestra fe contempladas con los Padres de la Iglesia Latina”. En esta ocasión, el
Padre Cantalamessa propuso una reflexión sobre Agustín y la naturaleza de la Iglesia.
En
sus discursos al pueblo, recordó el Predicador, Agustín nunca expone sus ideas sobre
la Iglesia, sin sacar enseguida consecuencias prácticas para la vida cotidiana de
los fieles. Y es lo que queremos hacer también nosotros, antes de concluir nuestra
meditación, casi colocándonos entre las filas de sus oyentes de entonces.
¿Formas
parte del único cuerpo de Cristo? ¿Amas la unidad de la Iglesia?, preguntaba Agustín
a sus fieles, dijo el Padre Cantalamessa. Entonces, si un pagano te pregunta por qué
no hablas todas las lenguas, ya que está escrito que aquellos que recibieron el Espíritu
Santo hablaban todas las lenguas, respóndele también sin dudar: ¡Cierto que hablo
todas las lenguas! Pertenezco, efectivamente, a ese cuerpo, la Iglesia, que habla
todas las lenguas y en todas las lenguas anuncia las grandes obras de Dios.
Y
añadió: “Cuando seamos capaces de aplicar esta verdad no sólo a las relaciones internas,
a la comunidad en que vivimos y a nuestra Iglesia, sino también a las relaciones entre
una Iglesia cristiana y otra, ese día la unidad de los cristianos será prácticamente
un hecho consumado”.
Recojamos la exhortación con que Agustín cierra muchos
de sus discursos sobre Iglesia, concluyó diciendo el Padre Cantalamessa. “Por tanto,
si quieren vivir del Espíritu Santo, conserven la caridad, amen la verdad, y alcanzarán
la eternidad”.