José, con María, colaboradores en la obra de Dios realizada en Jesús. El Papa en la
audiencia general
(RV).- (Con audio y video) «San José Educador» de Jesús fue el tema de la catequesis
del Papa Francisco este 19 de marzo. En la audiencia general del miércoles el Obispo
de Roma recordó la importante tarea de José y María, que se preocuparon de que a Jesús
no le falte lo necesario para un sano desarrollo físico y psicológico, enseñándole
también un trabajo. “Ellos se preocuparon de su crecimiento en sabiduría, el santo
temor de Dios.” “Finalmente, el crecimiento en gracia, que siendo obra de Dios, tiene
en José y María unos grandes colaboradores, pues ellos fueron para Jesús ejemplo de
docilidad a su voluntad, a la acción del Espíritu Santo y de una vida de oración y
unión con Dios”, puntualizó Francisco. (RC-RV)
Resumen de su catequesis
y saludo del Papa en nuestro idioma (Audio):
Queridos
hermanos y hermanas: En esta catequesis deseo hablar de san José como educador
de Jesús. Efectivamente, nos dice la Escritura que José acompaña el crecimiento de
Jesús «en sabiduría, estatura y gracia». Estas tres dimensiones guiarán nuestra reflexión.
En primer lugar, José y María se preocupan de que a Jesús no le falte lo necesario
para un sano desarrollo físico y psicológico. Lo defienden en los duros días de la
huida a Egipto, amenazados por Herodes. Le enseñan también un trabajo, siendo después
conocido como el hijo del carpintero. En segundo lugar, José y María se preocupan
de su crecimiento en sabiduría, el santo temor de Dios, enseñándole a escuchar las
Sagradas Escrituras, llevándolo a la Sinagoga los sábados. Así, a los 12 años, lo
encontramos en el templo discutiendo con los doctores. Finalmente, el crecimiento
en gracia, que siendo obra de Dios, tiene en José y María unos grandes colaboradores,
pues ellos fueron para Jesús ejemplo de docilidad a su voluntad, a la acción del Espíritu
Santo y de una vida de oración y unión con Dios. Saludo cordialmente a los peregrinos
de lengua española, en particular a los grupos provenientes de España, México, Ecuador,
Argentina y otros países latinoamericanos. Invito a todos a pedir al Señor, por intercesión
de san José, por los padres, los educadores y los sacerdotes, para que, a ejemplo
del Santo Patriarca, puedan acompañar el crecimiento de sus hijos y discípulos en
sabiduría, estatura y gracia. Muchas gracias.
Traducción completa
del texto de la catequesis del Papa en español SAN JOSÉ EDUCADOR
Queridos hermanos
y hermanas, buenos días:
Hoy, 19 de marzo, se celebra la fiesta de San José,
Esposo de María y Patrono de la Iglesia Universal. Así que dedicamos esta catequesis
a él, que merece toda nuestra gratitud y devoción por como fue capaz de custodiar
a la Virgen Santa y al Hijo Jesús. Ser custodio es el sello distintivo de José, es
su gran misión, ser custodio.
Hoy me gustaría retomar el tema de la custodia
de acuerdo con una perspectiva particular: la perspectiva de la educación. Echemos
un vistazo a José como el modelo del educador, que custodia y acompaña a Jesús en
su camino de crecimiento "en sabiduría, edad y gracia", como dice el Evangelio. Él
no era el padre de Jesús: el padre de Jesús era Dios, pero él le hacía de papá a Jesús,
le hacía de padre para hacerlo crecer. Y ¿cómo lo ha hecho crecer? En sabiduría, edad
y gracia.
Empecemos por la edad, que es la dimensión más natural, el crecimiento
físico y psicológico. José, junto con María, se encargaron de Jesús, sobre todo, desde
este punto de vista, es decir, lo "criaron", preocupándose de que no le faltara nada
de necesario para un desarrollo saludable. No hay que olvidar que el cuidado atento
y fiel de la vida del niño también dio lugar a la huida a Egipto, la dura experiencia
de vivir como refugiados -José ha sido un refugiado con María y Jesús- para escapar
de la amenaza de Herodes. Luego, una vez de vuelta a casa y establecidos en Nazaret,
hay todo el largo período de la vida de Jesús en su familia. En aquellos años, José
enseñó también a Jesús su trabajo, y Jesús ha aprendido a hacer el trabajo carpintero
con su padre José. Así José ha criado a Jesús.
Pasemos a la segunda dimensión
de la educación que es la de la "sabiduría. José fue para Jesús ejemplo y maestro
de esta sabiduría, que se nutre de la Palabra de Dios. Podemos pensar en cómo José
educó al pequeño Jesús a escuchar las Sagradas Escrituras, en especial acompañándole
el sábado a la sinagoga de Nazaret. Y José lo acompañaba para que Jesús escuchara
la palabra de Dios en la sinagoga.
Y, por último, la dimensión de la "gracia".
Dice siempre San Lucas refiriéndose a Jesús: "La gracia de Dios estaba sobre él" (2,40).
Aquí, sin duda, la parte reservada a San José es más limitada respecto a los temas
de la edad y de la sabiduría. Pero sería un grave error pensar que un padre y una
madre no pueden hacer nada para educar a sus hijos a crecer en la gracia de Dios.
Crecer en edad, crecer en sabiduría, crecer en gracia. Este es el trabajo que ha hecho
José con Jesús: hacerlo crecer, en estas tres dimensiones, ayudarlo a crecer.
Queridos
hermanos y hermanas, la misión de San José es sin duda única e irrepetible, porque
Jesús es absolutamente único. Y sin embargo, en su custodia a Jesús, educándolo a
crecer en edad, sabiduría y gracia, él fue un modelo para todos los educadores, especialmente
para cada padre. San José es el modelo del educador y del papá, del padre. Así que
encomiendo a su protección a todos los padres, los sacerdotes -que son padres, ¡eh!-
y los que tienen un papel educativo en la Iglesia y en la sociedad.
En modo
particular quisiera saludar hoy, en el día del papá, a todos los padres, a todos los
papás: ¡los saludo de corazón! Veamos: ¿hay algunos papás en la plaza? Levanten
la mano los papás, pero ¡cuántos papás! ¡Felicidades, felicidades en su día! Pido
para ustedes la gracia de estar siempre muy cerca de sus hijos, dejándolos crecer,
pero de estar muy cercanos, ¿eh? Ellos tienen necesidad de ustedes, de su presencia,
de su cercanía, de su amor. Sean para ellos como San José: custodios de su crecimiento
en edad, sabiduría y gracia. Custodios de su camino, educadores. Y caminen con ellos.
Y con esta cercanía serán verdaderos educadores. Gracias por todo lo que hacen por
su hijos, ¡gracias! Y a ustedes tantas felicidades y buena fiesta del papá, a todos
los papás que están aquí, a todos los papás. Que San José los bendiga y los acompañe.
También algunos de nosotros hemos perdido al papá, se ha ido, el Señor lo
ha llamado; tantos que están en la plaza no tienen a su papá. Podemos rezar por todos
los papás del mundo, para los papás vivos y también por aquellos difuntos y por los
nuestros, y podemos hacerlo juntos, cada uno recordando a su papá, si está vivo o
está muerto. Y recemos al grande Papá de todos nosotros, el Padre, un Padre nuestro
por nuestros papás: Padre nuestro… ¡Y tantas felicidades a los papás!