Cercanía ante el sufrimiento de su pueblo en el mensaje de Cuaresma de los Obispos
paraguayos
(RV).- (Con audio) En la conclusión de
su primera Asamblea Plenaria de este año, el Episcopado paraguayo hizo público su
Mensaje para la Cuaresma, en que presenta una realidad nacional cargada de problemas
y de sufrimientos para su pueblo.
Dirigiéndose especialmente a las queridas
Familias, en el mensaje firmado el pasado 7 de marzo, los Obispos del Paraguay se
hacen eco del mensaje del Papa Francisco para este tiempo litúrgico centrado en Jesucristo,
quien se hizo pobre para enriquecernos, tal como dice el Apóstol Pablo.
Se
trata de la lógica del amor, escriben estos prelados y destacan que la pobreza de
Cristo que nos enriquece consiste en el hecho de que se hizo carne, cargó con nuestras
debilidades y nuestros pecados, comunicándonos la misericordia infinita de Dios. La
pobreza de Cristo es la mayor riqueza: la riqueza de Jesús es su confianza ilimitada
en Dios Padre, es encomendarse a Él en todo momento, buscando siempre y solamente
su voluntad y su gloria”, afirman glosando un párrafo del mensaje para esta Cuaresma
del Papa Francisco.
También comparten con los fieles paraguayos que en los
dos primeros días de su Asamblea se reunieron con los Superiores de las Congregaciones
de Vida Consagrada, compartiendo con ellos la Exhortación Apostólica Evangelii
Gaudium del Papa Francisco. Y destacan que él nos invita a la alegría pascual
del encuentro con Cristo, y del compartir generoso de la Buena Noticia.
La
Iglesia en América Latina – escriben – está en "onda misionera”, desde la Conferencia
de Aparecida del año 2007. Y explican que su lectura los ha llevado a tomar muy en
serio el llamado a la “conversión pastoral” lanzado por el Santo Padre Francisco.
Al compartir sobre la realidad nacional los obispos paraguayos escriben que
ven el sufrimiento del pueblo, que se ha de orientar hacia la Pasión, Muerte y Resurrección
del Señor Jesús. Y afirman que les preocupa la suerte de las familias campesinas agredidas
en su salud, en su integridad y en su cultura, porque están “desplazadas” por la presión
de fumigaciones tóxicas y, tal vez, de muchos establecimientos agro-ganaderos que
no respetan las leyes ambientales. También lamentan que ni siquiera aportan al Estado,
en forma de impuestos, para una redistribución justa de la inmensa riqueza generada
en su país.
Agrede a la razón, a la ley natural y a las buenas costumbres
el proyecto de origen internacional, y que está implementado por el Ministerio de
Salud, introduciendo en nuestras familias e instituciones educativas, en vez de la
naturaleza del varón y la mujer, el concepto ambiguo de la “ideología del género”
y otras visiones erradas de la sexualidad, escriben asimismo los obispos paraguayos.
Vemos
cómo el respeto a la vida, desde su concepción hasta su muerte natural, está siendo
amenazado en varios ámbitos, dicen. Y entre otros puntos de la reflexión recuerdan
las múltiples necesidades de las comunidades indígenas; el deterioro que arrastran
de todo el sistema educativo nacional; el escándalo ininterrumpido de la corrupción
moral; la politización con fines partidistas de las instituciones del Estado que deberían
resguardar su autonomía e independencia; y la cantidad de jóvenes desocupados y de
familias indigentes por falta de fuente de empleo digno.
Orientemos siempre
nuestra vocación a la alegría cristiana y a la santidad, concluyen, siendo sencillos
discípulos misioneros de Jesucristo para la vida de nuestro Pueblo. Mientras se despiden
encomendándose a la intercesión de los Santos Mártires Roque González y Compañeros,
y a la protección materna de María, Virgen de Caacupé.