El Papa exhorta a los obispos de Bulgaria a emprender el camino misionero de Iglesia
en una sociedad marcada por el vacío de los años de régimen ateo
(RV).- (actualizado con video y audio) Al término de la visita
ad limina apostolorum de los obispos de Bulgaria, el Papa Francisco les dirigió esta
mañana un discurso dándoles las gracias y destacando la iniciativa coral que las distintas
comunidades católicas del país están demostrando en los últimos tiempos. Un despertar
y una vitalidad tanto de las comunidades pertenecientes a la Iglesia latina como a
la iglesia greco-católica. Aún siendo, en términos numéricos, una minoría en el país,
el Papa observó que “llevan adelante su misión de testimonio y compromiso de los valores
morales naturales, y del Evangelio de Cristo, en una sociedad marcada por muchos vacíos
espirituales que dejó el anterior régimen ateo o recepción acrítica de modelos culturales
de un materialismo práctico”.
El Santo Padre exhortó a los prelados búlgaros
“a caminar con confianza por este camino, tratando de poner en práctica también en
su país aquella transformación misionera que la Iglesia está llamada a realizar en
el mundo. Esto requiere una conversión espiritual y pastoral, que parte de la constatación
de que, en virtud del bautismo, todos somos discípulos misioneros, enviados por el
Señor a predicar el Evangelio con alegría y espíritu, dando valor también al precioso
tesoro de la piedad popular”.
Este renovado compromiso misionero subrayó Francisco
también tiene una dimensión social, que tiene como punto de referencia la doctrina
social de la Iglesia y cuyas prioridades son la inclusión social de los pobres y el
compromiso con el bien común y la paz social.
Y el Pontífice resaltó que es
muy significativo a este respecto que las instituciones civiles reconozcan hoy el
papel de la Santa Sede como una autoridad espiritual y moral en el seno de la comunidad
internacional y valoren de una manera positiva la presencia de la Iglesia católica
en el contexto de la nación búlgara contribuyendo en el servicio y el bien común del
país.
“Que los numerosos testimonios de valiente fidelidad a Cristo y a la
Iglesia en períodos dramáticos y el camino recorrido en estas dos décadas de recuperada
libertad -terminó diciendo el Papa Francisco al episcopado de Bulgaria- les llenen
de gratitud al Señor y les inspiren confianza en su acción providencial en la historia.
Al mismo tiempo el Papa instó a los obispos a un compromiso renovado y unido a la
formación de los fieles, para promover una adecuada catequesis, así como una atención
especial hacia la pastoral juvenil y vocacional, y la fraternidad sacerdotal, para
que se favorezcan las condiciones para la maduración de la fe y para una generosa
apertura a un horizonte misionero.