La Iglesia necesita familias capaces de vivir y testimoniar la fe
El Papa en la semana
(RV).- (Con audio) Recemos para que
se reconozca el carácter sagrado e inviolable de las familias, pidió el Papa Francisco
en el rezo del Ángelus en la Fiesta de la Sagrada Familia, saludando a las reunidas
en varias partes del mundo, como en Madrid. Recordando la fuga a Egipto de la Sagrada
Familia de Nazaret prófuga, invitó a pensar en el drama de los migrantes y refugiados,
víctimas del rechazo y explotación. En los exiliados en sus mismas familias como los
ancianos. El anuncio del Evangelio – reiteró – pasa por las familias, allí se experimenta
ternura, ayuda y perdón recíprocos. La familia es lugar de proyecto, a veces de rechazo
o abandono, pero sobre todo donde se elige la vida y la dignidad. Sagrada Familia
de Nazaret nunca más haya violencia y división, que los heridos sean consolados y
sanados.
Un año transcurrido es ocasión de balances: ¿Cuánto tiempo hemos reservado
a Dios? ¿Cuánto a nuestros egoísmos? Y por la ciudad de Roma, ¿qué hemos hecho para
mejorar la calidad de la vida? Francisco en la homilía del Te Deum de fin de
año se dirigió a las conciencias de los presentes y de todos. Comenzó recordando que
la concepción cristiana del tiempo es lineal, por lo tanto, cada año que transcurre
nos acerca a Dios y a la última hora. Pero debemos preguntarnos cómo hemos vivido.
Roma, dijo el Papa, es una ciudad única, pero también un lugar en el que viven tantos
pobres, infelices, personas que sufren, en el contraste entre la belleza artística
y el malestar social. La Roma del año nuevo será mejor si no habrá personas que ven
la vida sólo “desde el balcón”, sin implicarse en tantos problemas humanos, problemas
de hombres y mujeres que, lo queramos o no, son nuestros hermanos.
Debemos
trabajar para hacer que el mundo se convierta en una comunidad de personas que se
respetan, se aceptan en sus diversidades y se cuidan recíprocamente. Lo reafirmó el
Papa hablando a los fieles en la Plaza de San Pedro antes de rezar el Ángelus del
1° de enero, recordando el tema de la Jornada Mundial de la Paz: Fraternidad, fundamento
y camino para la paz. Francisco pidió la paz y el fin de las violencias y de los conflictos
y que prevalezca la fuerza no violenta de la verdad y del amor. Después del Ángelus
el Pontífice dirigió unas palabras de saludo para el Presidente de la República italiana,
quien en su mensaje de fin de año se refirió al Magisterio pontificio. Y se refirió
a las tantas iniciativas por la paz organizadas por el mundo católico, citando explícitamente
la Marcha que se llevó a cabo en Campobasso, Italia, organizada como cada año por
la Conferencia Episcopal, Caritas y Pax Christi.
Producción
de María Fernanda Bernasconi. (hispano@vatiradio.va)
El espacio “El
Papa en la semana”, se transmite los sábados en las emisiones informativas de las
17,30; 01,45 y 03,20 UTC.