(RV).- (Con audio)
En este tiempo de
preparación a la navidad, preparémonos realmente y arrimémonos al pesebre, ese pesebre
que está primero en la Sagrada Escritura, en la Biblia que vos tenés ahí en el armario,
en la biblioteca, que quizá se traspapeló o que quizá tenés en su mesa de luz o en
tu propio escritorio porque la hojeás cada tanto o todos los días... Ahí, arrimémonos
al pesebre que está contado en los primeros capítulos de san Lucas, vio, ahí está
el pesebre. Ahí está contada la encarnación, el nacimiento, todo lo de nuestra Señora,
María de Nazaret, de José. Arrimémonos al pesebre haciendo nuestro pesebrito en un
rincón de la casa ese pesebre que representa, que es la memoria de algo que realmente
paso. Esas pequeñas imágenes nos están recordando y haciendo presente de alguna manera
a María de Nazaret, José carpintero, el niño Jesús...
Jesús pequeño, humilde,
chiquito, que desde allí nos está llamando a la ternura a que abramos el corazón...
a que dejemos todas aquellas... armaduras que nos ponemos frente a los demás. Armemos
el pesebre y por qué no arrimémonos al pesebre de nuestras iglesias. Nosotros creemos
que el Hijo de Dios está verdaderamente presente en cuerpo, sangre alma y divinidad
ahí... Ahí en el sagrario ese pesebre dorado o plateado que hay en nuestras iglesias,
ahí tan cerquita Arrimémonos al sagrario en este tiempo de preparación y en esta
Navidad, ¿por qué? Porque Dios se arrima primero a nosotros; porque el Padre ha mandado
a su Hijo desde la otra orilla para hacer el camino junto con nosotros hacia la casa
del Padre Dios. Así, sí podemos decir, le puedo decir y vos podés decir a otros: ¡Feliz
Navidad!
Preparémonos a vivir la Navidad de la mejor manera cada vez más cerca
de Dios porque Dios es el que se acerca a nosotros.
Espíritu de amor Santo
ayúdanos a ver en la pobreza del pesebre, todo el amor en la persona de Jesús recién
nacido, el Hijo de Dios hecho hombre.
El nacimiento de Jesús nos invita a aceptarnos
a nosotros mismos y a juntarnos bajo el mismo techo del pesebre en la presencia de
Dios.