"Déjame mi Señor que te adore", villancico teológico que recuerda a la mística de Santa Teresa

(RV).- (Audio) “Déjame mi Señor que te adore” es la nueva obra musical del maestro Sergio Moreno, sacerdote español y filósofo, quien ya compuso entre otras piezas el ‘Ave María’ que se estrenó hace justamente un año en estos días, en la Embajada de España ante la Santa Sede, el día de la Inmaculada Concepción. Ahora, el padre gaditano, ha escrito un villancico profundamente teológico como el mismo lo define, en el que nos recuerda quien es el verdadero protagonista de la Navidad. (MZ-RV)



Letra completa del Villancinco 'Déjame mi señor que te adore':

DÉJAME, MI SEÑOR, QUE TE ADORE
Y ME MUERA DE TANTO ADORAR
CUÁN LO ANSÍA MI ALMA, LLOROSA
EN URGENTES DESEOS DE AMAR.

DÉJAME QUE TE DIGA ADORANDO
CUÁNTO ANSÍO EN MI CORAZÓN
DÉJAME QUE ME MUERO EN LAS PENAS
NIÑO SANTO LLENITO DE AMOR.

EN BELÉN, EN BELÉN, EN BELÉN
NOS NACIÓ, NOS NACIÓ UN SALVADOR
Y EN UN POBRE PESEBRE, UNA MULA Y UN BUEY
LA VIRGEN Y SAN JOSÉ
Y LOS ÁNGELES CANTAN AL DIOS DE LOS CIELOS
QUE NOS TRAE LA SALVACIÓN.

MI POBREZA QUISIERA MOSTRARTE,
TU GRANDEZA ENALTECE MI AMOR,
DÉJAME QUE ADORANTE DESCANSE,
DÉJAME, DÉJAME, MI SEÑOR.

SI MURIERA DE TANTO ADORARTE,
SI ROMPIERA EN CANCIONES MI VOZ,
QUE ME IMPORTA LA VIDA O LA MUERTE
SÓLO BUSCO TU GLORIA, MI DIOS.

EN BELÉN, EN BELÉN, EN BELÉN
NOS NACIÓ, NOS NACIÓ UN REDENTOR
Y EN UN POBRE PESEBRE, MARÍA Y SU ESPOSO
LO MIRAN CON DEVOCIÓN,
Y UNOS REYES DE ORIENTE LE TRAEN PRESENTES
AL DIOS SANTO DE ISRAEL.

MUCHOS REYES, PROFETAS MURIERON
SIN HABERTE ADORADO, SEÑOR,
YO QUISIERA VOLAR HACIA EL CIELO
Y POSTRARME A TUS PLANTAS, MI DIOS.

SI AL PORTAL DE BELÉN HE VENIDO,
ES A DARTE MIL GRACIAS, JESÚS,
POR LOS AÑOS QUE ME HAS CONCEDIDO,
ESTANDO CIEGO ME DISTE TU LUZ.

EN BELÉN, EN BELÉN, EN BELÉN
NOS NACIÓ, NOS NACIÓ UN SALVADOR
Y EN UN POBRE PESEBRE, UNA MULA Y UN BUEY
LA VIRGEN Y SAN JOSÉ
Y LOS ÁNGELES CANTAN AL DIOS DE LOS CIELOS
QUE NOS TRAE LA SALVACIÓN.

EN BELÉN, EN BELÉN, EN BELÉN
NOS NACIÓ, NOS NACIÓ EL NIÑO DIOS,
QUE A MORIR POR NOSOTROS
BAJÓ DE LOS CIELOS Y NOS DIO SU BENDICIÓN