Dejarnos contagiar por el amor a los demás: Mensaje de Francisco para la Jornada Mundial
del enfermo
(RV).- (audio) La Iglesia reconoce
en los enfermos "una presencia especial de Cristo sufriente". Lo dice el Papa Francisco
en su mensaje para la XXII Jornada Mundial del Enfermo, prevista el 11 de febrero,
memoria litúrgica de Nuestra Señora de Lourdes, sobre el tema: "La fe y la caridad:
también nosotros debemos dar la vida por los hermanos".
Es un mensaje que contiene
dentro de sí la esperanza "porque en el plan de amor de Dios, incluso en la noche
del dolor se abre la luz de la Pascua ", y de coraje "para hacer frente a cualquier
adversidad en su compañía, unidos a él". El Papa Francisco recuerda que Jesús tomó
sobre sí la enfermedad y el sufrimiento, transformándolos a la luz de "una vida nueva
en plenitud" que cambia las experiencias negativas en positivas. Así, pues, siguiendo
el camino de Cristo, que se entregó por amor, también nosotros "podemos amar a los
demás como Dios nos ha amado, dando la vida por nuestros hermanos". "La fe en Dios
bueno - escribe el Papa - se convierte en la bondad, la fe en Cristo crucificado se
convierte en fuerza de amar hasta el final e incluso a nuestros enemigos.
Acercándonos
con ternura "a aquellos que están necesitados de atención -continúa el Papa-
llevamos la esperanza y la sonrisa de Dios en las contradicciones del mundo". Una
generosa entrega a los demás que se convierte en el estilo de nuestras acciones. Y
María es el modelo cristiano "para crecer en la ternura, en la caridad respetuosa
y delicada”. "La Santísima Virgen, madre de los enfermos y de los que sufren, permanece
"al lado de nuestras cruces y nos acompaña en el camino hacia la resurrección y la
vida plena. "
"La Cruz "es la certeza del amor fiel de Dios por nosotros",
que "nos invita a dejarnos contagiar por este amor, nos enseña a mirar siempre a los
demás con misericordia y amor, especialmente los que sufren, los que necesitan ayuda”.
Por último, el Papa Francisco exhorta a vivir esta Jornada Mundial de los Enfermos
"en comunión con Jesucristo" apoyando a los que cuidan de los enfermos y los que sufren.