(RV).- (Audio) El padre Antonio Grande,
de la diócesis de Rafaela, en la Argentina, que actualmente realiza el servicio de
rector del Colegio Sacerdotal y de la Iglesia Argentina en Roma, nos sigue hablando
de la nueva Evangelización.
Una Iglesia joven que anuncia el Evangelio
con alegría y creatividad
La preocupación evangelizadora de los obispos
latinoamericanos y caribeños por los jóvenes, en Aparecida, presentó algunas líneas
de acción concretas para favorecer su encuentro con Cristo, y, con su guía, responder
a los retos y a los desafíos que encuentran.
“Privilegiar en la Pastoral
de Juventud procesos de educación y maduración en la fe, como respuesta de sentido
y orientación en la vida, y garantía de compromiso misionero. De manera especial,
se buscará implementar una catequesis atractiva para los jóvenes que los
introduzca en el conocimiento del misterio de Cristo, y se buscará mostrarles
la belleza de la Eucaristía dominical, que los lleve a descubrir a Cristo vivo y el
misterio fascinante de la Iglesia.
La Pastoral de Juventud ayudará a los jóvenes
a formarse, de manera gradual, para la acción social y política y el cambio de
estructuras, conforme a la Doctrina Social de la Iglesia, haciendo propia la opción
preferencial y evangélica por los pobres y necesitados” (A 446 d;e).
En Río,
en la homilía de la misa de clausura Jornada Mundial de la Juventud, el 29 de julio
pasado, el Papa Francisco envió a los jóvenes a anunciar el Evangelio a los
hombres de nuestro tiempo. A los jóvenes latinoamericanos y caribeños expresó:
“En
particular, quisiera que este mandato de Cristo: «Vayan», resonara en ustedes jóvenes
de la Iglesia en América Latina, comprometidos en la misión continental promovida
por los obispos. Brasil, América Latina, el mundo tiene necesidad de Cristo. San Pablo
dice: «¡Ay de mí si no anuncio el evangelio!» (1 Co 9,16). Este continente ha recibido
el anuncio del evangelio, que ha marcado su camino y ha dado mucho fruto. Ahora este
anuncio se os ha confiado también a ustedes, para que resuene con renovada fuerza.
La Iglesia necesita de ustedes, del entusiasmo, la creatividad y la alegría que
les caracteriza. Un gran apóstol de Brasil, el beato José de Anchieta, se marchó
a misionar cuando tenía sólo diecinueve años. ¿Saben cuál es el mejor medio para evangelizar
a los jóvenes? Otro joven. Éste es el camino que hay que recorrer”.
Luego,
animó a la multitud de jóvenes presentes a asumir con fortaleza y creatividad la
misión de evangelizar, porque el Señor siempre acompaña a sus enviados.
“Sin
miedo. Puede que alguno piense: «No tengo ninguna preparación especial, ¿cómo puedo
ir y anunciar el evangelio?»… Cuando vamos a anunciar a Cristo, es él mismo el que
va por delante y nos guía. Al enviar a sus discípulos en misión, ha prometido: «Yo
estoy con ustedes todos los días» (Mt 28,20). Y esto es verdad también para nosotros.
Jesús no nos deja solos, nunca los deja solos, los acompaña siempre… Además Jesús
no ha dicho: «Ve», sino «Vayan»: somos enviados juntos. Queridos jóvenes, sientan
la compañía de toda la Iglesia, y también la comunión de los santos, en esta misión.
Cuando juntos hacemos frente a los desafíos, entonces somos fuertes, descubrimos recursos
que pensábamos que no teníamos. Jesús no ha llamado a los apóstoles a vivir aislados,
los ha llamado a formar un grupo, una comunidad… Vayan, sin miedo, para servir.
Siguiendo estas tres palabras experimentarán que quien evangeliza es evangelizado,
quien transmite la alegría de la fe, recibe alegría. Queridos jóvenes, cuando vuelvan
a sus casas, no tengan miedo de ser generosos con Cristo, de dar testimonio del evangelio”.