Evangelii Gaudium: primera Exhortación Apostólica del Papa Francisco
(RV).- (con audio) El Año
de la Fe se encamina a su conclusión. Termina un año dedicado completamente a reavivar
la fe de los creyentes, pero ahora prosigue el anhelo de mantener viva la enseñanza
recibida, dijo el presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva
Evangelización, Mons. Rino Fisichella, presentando los últimos momentos de este Año,
inaugurado por Benedicto XVI, que va clausurar el Papa Francisco, el domingo 24 de
noviembre, Solemnidad de Nuestro Señor Jesucristo Rey del Universo. Día en el que
el Santo Padre entregará su Exhortación Apostólica ‘Evangelii Gaudium’. En este contexto,
Mons. Fisichella explicó también que en la solemne clausura de este Año de la Fe,
se expondrán por primera vez las reliquias de San Pedro y que las ofertas en la Eucaristía
serán para los damnificados en Filipinas, reiterándoles así la cercanía del Papa Francisco.
El Pueblo de Dios difundido en el mundo entero ha vivido con gran intensidad
este momento, destacó Mons. Fisichella, subrayando luego que el número de más de ocho
millones y medio de peregrinos que rezaron ante la Tumba de Pedro, profesando la fe,
es sólo un signo entre los más pequeños, aunque significativos, que quedarán en nuestro
recuerdo.
Tras señalar que es imposible describir en su plenitud lo que se
vivió en ámbito local, el presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la
Nueva Evangelización se refirió a micro iniciativas que en todo el mundo evidenciaron
cuán viva permanece la fe de los fieles, como testimonio de la piedad y del profundo
sentido religioso. El magisterio Concilio Vaticano II, catequesis sobre la fe, celebraciones,
testimonios de caridad, actividades culturales. Todo queda como signo que atestigua
el compromiso de los cristianos en el mundo. Este Año ha sido realmente una experiencia
de gracia y de gratitud al Señor, que quedará en los corazones. Hemos recibido testimonios
conmovedores de fe también en los lugares más escondidos, de pobreza, de sufrimiento,
donde los cristianos son una pequeña minoría. La fe ha unido y permitido recordar
a todos el fundamento de nuestro creer: Jesús Resucitado esperanza para una vida nueva.