Feliz fiesta de la luz a los hindúes, amistad y cultura de respeto y solidaridad
(RV).- “Cristianos e hindúes: fomentar las relaciones humanas con la amistad y la
solidaridad”. Es la exhortación que dirige a los seguidores del hinduismo que este
3 de noviembre celebran la fiesta de la luz, Deepavali, el cardenal Jean-Louis Tauran,
presidente del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso, con motivo de Deepavali,
en un Mensaje firmado también por el padre Miguel Ángel Ayuso Guixot, M.C.C.J, Secretario
del mismo dicasterio pontificio. Citando las palabras del Papa Francisco sobre la
importancia de “la promoción de una "cultura de respeto " y de "una cultura de la
solidaridad " como “un imperativo para todos los pueblos, que nos invita a fomentar
relaciones basadas en la amistad y el respeto mutuo, en beneficio de toda la familia
humana” el Mensaje recuerda como dijo el Obispo de Roma - visitando la Comunidad de
Varginha ( Manguinhos ), en Río de Janeiro, con ocasión de la JMJ de 2013 - que “esto
requiere que la dignidad inherente al ser humano sea reconocida y promovida de forma
común. Es evidente que la amistad y la solidaridad están estrechamente vinculadas.
En fin, "la cultura de la solidaridad es ver en el otro no un competidor o un número,
sino un hermano. Y todos somos hermanos". (Papa Francisco, Visita a la Comunidad de
Varginha (Manguinhos), Río de Janeiro , 25 de julio de 2013)”
Tras señalar
que “en este mundo tan competitivo, donde las crecientes tendencias materialistas
e individualistas repercuten negativamente en las relaciones humanas y con frecuencia
crean divisiones en las familias y en la sociedad” el documento pone de relieve el
anhelo de compartir con los hindúes “nuestras reflexiones sobre cómo los cristianos
y los hindúes, con la amistad y la solidaridad, pueden fomentar las relaciones humanas
en beneficio de toda la humanidad”.
Y poniendo de relieve que “las relaciones
son fundamentales para la existencia humana” y que “la seguridad y la paz en las comunidades
locales, nacionales o internacionales, están determinadas en gran medida por la calidad
de la interacción humana” el Mensaje recuerda que “la experiencia demuestra que cuanto
más profundizamos nuestras relaciones, más somos capaces de avanzar en la cooperación,
en la construcción de la paz y en la solidaridad y la armonía verdaderas. En resumen,
la capacidad de promover relaciones respetuosas es la medida de un progreso humano
auténtico, y es esencial para promover la paz y el desarrollo integral”.
“Estas
relaciones tendrían que surgir naturalmente de nuestra humanidad común, porque las
relaciones humanas son la esencia de la existencia humana y de su progreso, dando
lugar de manera espontánea a un sentido de solidaridad con los demás. Prescindiendo
de nuestras diferencias étnicas, culturales, religiosas e ideológicas, todos pertenecemos,
de hecho, a una sola familia humana”, leemos también en el mismo documento, que luego
lamenta que “desgraciadamente, en la sociedad el aumento del materialismo y el desprecio
por los valores espirituales y religiosos más profundos, se acompaña de una peligrosa
tendencia a dar el mismo valor a las cosas materiales y a las relaciones humanas ,
lo que reduce al ser humano de ser "alguien" a ser "algo" que se puede dejar de lado.
Además, las tendencias individualistas generan una falsa sensación de seguridad mediante
la promoción de lo que Su Santidad el Papa Francisco ha descrito como una "cultura
de la exclusión", "cultura del derroche" y "globalización de la indiferencia".
“En
conclusión, queremos afirmar nuestra creencia de que la cultura de la solidaridad
sólo puede lograrse como "el resultado de un esfuerzo concertado de todos hacia el
bien común", hace hincapié el Mensaje para la fiesta de la luz de los hindúes, volviendo
a citar palabras del Papa Francisco, en su Encuentro con la clase dirigente de Brasil,
en Río de Janeiro (27 de julio 2013). Y añade: “sostenidos por las enseñanzas de nuestras
religiones respectivas y conscientes de la importancia de construir relaciones auténticas,
nosotros hindúes y cristianos podemos actuar individual y colectivamente, junto con
todas las tradiciones religiosas y las personas de buena voluntad, para alentar y
fortalecer a la familia humana a través de la amistad y la solidaridad”.