La Eucaristía, la Virgen y el Papa son los tres amores de todo católico
(RV).- (Con audio) En la Jornada Mariana,
que presidió el pasado domingo, el Papa Francisco concluyó su homilía alentando a
proseguir la «Eucaristía invocando la intercesión de María para que nos ayude a dejarnos
sorprender por Dios sin oponer resistencia, a ser hijos fieles cada día, a alabarlo
y darle gracias porque él es nuestra fuerza». La Eucaristía, la Virgen y el Papa,
son los tres amores de todo católico, destacó un sacerdote español en la Plaza de
San Pedro, entrevistado por Alberto Goroni. «Dios nos sorprende, nos pide fidelidad
y es nuestra fuerza. Y María nos ayuda a decir 'sí' a Dios cada día», eran los tres
puntos que centraron la homilía del Obispo de Roma, cuyo corazón mariano, destaca
el testimonio de un sacerdote argentino que también estaba en la Plaza de San Pedro,
y recuerda la devoción a la Madre de Dios que impulsó siempre Jorge Mario Bergolio. Y
en la víspera, el Papa se unió por medio de un videomensaje a los numerosos peregrinos
que acudieron al Santuario romano del Divino Amor, y a los que se habían conectado
desde los santuarios marianos de Lourdes, Nazaret, Luján, Vailankanni, Guadalupe,
Akita, Nairobi, Benneux, Częstochowa y Marian Valley, para el rezo del Santo Rosario
y la Adoración Eucarística bajo la mirada de la Virgen María. ¿A quién mira la
Virgen María? Nos mira a todos, a cada uno de nosotros. Y, ¿cómo nos mira? Nos mira
como Madre, con ternura, con misericordia, con amor. Así ha mirado al hijo Jesús en
todos los momentos de su vida, gozosos, luminosos, dolorosos, gloriosos, como contemplamos
en los Misterios del Santo Rosario, simplemente con amor. Madre de Dios “enséñanos
tu mismo amor de predilección por los pequeños y los pobres, por los excluidos y los
que sufren, por los pecadores y los que se han extraviado”. Era uno de los ruegos
que el Santo Padre dirigió a la Virgen de Fátima en el acto de consagración del 13
de octubre, que destaca el testimonio de un sacerdote mexicano. (CdM – RV)