Cercanía espiritual y material: Papa Francisco envió al limosnero apostólico a Lampedusa
(RV). El trágico balance
aún provisional señala que han muerto más de la mitad de los más de 500 migrantes,
entre ellos numerosos niños, que viajaban en el barco que se hundió el pasado jueves.
Con rosarios bendecidos por el Obispo de Roma y con su ayuda material para las primeras
necesidades de los supervivientes de la última de las incontables tragedias, que acaban
con la vida de tantos hermanos desesperados, el enviado del Papa Bergoglio, Mons.
Konrad Krajewski, viajó a la pequeña isla italiana de Lampedusa, que hace tres meses
recibió la primera visita del pontificado de Francisco - como dijo él mismo en la
liturgia penitencial – para rezar, mostrar su cercanía y despertar las conciencias,
ante la indiferencia y la crueldad de las decisiones socio-económicas, a nivel mundial,
que abren el camino a dramas como éste:
¿Quién ha llorado hoy en el mundo?
Señor, en esta Liturgia, que es una Liturgia de penitencia, pedimos perdón por la
indiferencia hacia tantos hermanos y hermanas, te pedimos, Padre, perdón por quien
se ha acomodado, se ha encerrado en su propio bienestar que lleva a la anestesia del
corazón, te pedimos perdón por aquellos que con sus decisiones a nivel mundial han
creado situaciones que conducen a estos dramas. ¡Perdón Señor! Señor, que escuchemos
también hoy tus preguntas: ¿“Adán, dónde estás?”, “¿dónde está la sangre de tu hermano?”
En
Lampedusa, el Papa Francisco imploró amparo, socorro, misericordia, conversión y
perdón, a los pies de María, Estrella del Mar - Madre de Dios y Madre nuestra -. Al
final de la Misa, antes de la bendición final, ante la imagen de Nuestra Señora, el
Obispo de Roma, abrazando idealmente todas las tragedias semejantes que ocurren en
el mundo, rogó a la Protectora de los migrantes e itinerantes que socorra a los más
necesitados; a María, modelo de caridad, que bendiga a las personas de buena voluntad
que los acogen; que logre la conversión de los que los explotan y que el amor brindado
sea semilla de paz entre los pueblos.