(RV).- (audio) El pasado 24 de septiembre
el diario italiano Repubblica publicaba una larga carta de 11 páginas que el Papa
emérito Benedicto XVI envió al matemático y ensayista Piergiorgio Odifreddi, en respuesta
a su libro “Caro Papa ti scrivo” (Mondadori 2011), en diversas partes del cual se
hace referencia al celebre ensayo del teólogo Joseph Ratzinger “Introducción al Cristianismo”.
1.
La carta, que llegó a su destino el 3 de septiembre, se publicó en el periódico
romano junto a un artículo en el que el mismo Odifreddi explicaba los hechos que la
precedieron y en el que se anuncia también su publicación integral en una nueva edición
de su libro. La carta se abre con las excusas del Papa por el retraso de dos años
en la contestación de la misiva. Sobre el contenido del volumen del matemático
ateo, el Papa emérito anticipa rápido y claramente su juicio, afirmando que "algunas
partes las había leído con placer y beneficio", mientras que en otras le "sorprendieron
cierta agresividad y ligereza del argumento". El Papa Ratzinger refuta principalmente
la descripción provocadora que Odifreddi hace de la teología como "ciencia ficción",
impartiendo una sutil lección de epistemología, donde explica que "en todas las materias
específicas la ciencia tiene su propia forma, de acuerdo con la particularidad de
su objeto " y "lo que es esencial es la aplicación de un método que garantice la racionalidad".
Y
la función importante de la teología es la de "mantener la religión ligada a la razón
y la razón a la religión", es decir, a aquella racionalidad del pensamiento a la que
constantemente se refieren los científicos ateos. Y respecto a la ciencia ficción
el Papa emérito recuerda al matemático que ésta también "existe dentro de muchas ciencias",
por ejemplo en el caso de ciertas "visiones" de los físicos cuánticos como Heisenberg
y Schrödinger, o ciertas tesis indemostrables como el "gen egoísta" del científico
evolucionista Richard Dawkins; sin embargo, se trata solo -afirma Benedicto XVI- "de
imaginaciones con la que tratamos de acercarnos a la realidad."
2. (audio)
Según Benedicto
XVI, las acusaciones y contestaciones de Odifreddi se pueden aceptar en un diálogo
entre creyentes y no creyentes, mientras éstas se mantengan a un nivel aceptable de
seriedad, pero este límite rebosa y el nivel se degrada considerablemente cuando el
matemático ateo aborda temas como el comportamiento de la escandalosa conducta de
algunos sacerdotes, la moral Católica y especialmente cuando habla sobre Jesús.
Joseph
Ratzinger liquida las provocaciones evidentes sobre sacerdotes pedófilos recordando
haber tomado nota de ello con mucho pesar y de haberlos condenado personalmente, pero
también observa que es siempre errado generalizar y que por otro lado no hay que olvidar
tampoco las muchas figuras de santos y personas dedicadas desinteresadamente al prójimo
que ha producido "el gran sendero luminoso de bondad y de pureza que la fe cristiana
ha trazado a través de los siglos”.
"Benedicto XVI pone mucho más énfasis en
lo que se afirma de la figura de Jesús, y no se anda con rodeos ante su interlocutor
cuando le señala: "Lo que usted dice acerca de Jesús, no es digno de su rango científico."Es
un hecho increíble que un hombre de cultura y de ciencia como pretende ser Odifreddi
escriba "como si de Jesús no se supiera nada y como si de su figura histórica tampoco
fuera comprobable nada".
El Papa emérito no pierde tiempo en argumentar lo
que todos los historiadores e intelectuales ateos serios reconocen: que Jesús realmente
existió y que su acción y su mensaje se corresponden en gran medida a lo que dicen
las fuentes del Nuevo Testamento y extra-bíblicas. Es más, el Papa Ratzinger recomienda
a Odifreddi, como si de un colegial se tratara, cuatro volúmenes del alemán Martin
Hengel y María Schwemer sobre los orígenes del cristianismo, con una serie de detalles,
incluso de las páginas, con una clara señal de que la carta del Papa Benedicto XVI
a nuestro "incrédulo" (como se hace llamar él mismo Oddifreddi) ha sido concebida
con el serio deseo de establecer la verdad.
La carta concluye destacando la
necesidad de que el diálogo entre ateos y cristianos, se base en la honestidad recíproca
y apreciando algunas convergencias que se encuentran en el libro de Odifreddi. Este
es un resumen del informe de esta nueva etapa de diálogo entre creyentes y no creyentes
que comenzó con el famoso Atrio o Patio de los Gentiles. ER RV