(RV).- (Con
audio) Brochero rezador,
callejero, trabajador, amigo y compañero de todos, vivía pobre y austero entre los
pobres, pero quería para su gente lo mejor. Por eso no tenía miedo de decir las cosas
de frente, de luchar para que cada uno ordenara su vida y tampoco de enfrentarse con
los terratenientes que robaban el agua y también la vida de la gente. Y fue a ver
a políticos, gobernadores y hasta a presidentes solicitando mejoras y desarrollo para
la gente de la zona de Traslasierra. Jamás pudo ver su sueño del trayecto del tren
Villa Dolores – Soto realizado. Si lo hubiera logrado, la zona se hubiera desarrollado
mucho, porque los productos agrícolas y ganaderos de esa tierra fecunda, hubieran
llegado rápido a Buenos Aires en el tren. Pero el Cura Brochero hizo todo lo que pudo
por el progreso material, empezando por los cimientos de este progreso que es el crecimiento
espiritual.