Para cada cristiano Jesús tiene una promesa y una misión
Pensamiento del Papa
(RV).- (Con audio) Cuando viene el Señor
“temo que pase y yo no me de cuenta”. Con esta cita de San Agustín, el Papa Francisco
comenzó su homilía de la Misa celebrada el pasado 5 de septiembre en la capilla de
la Casa de Santa Marta. El Papa reflexionó sobre los modos recurrentes con que Cristo
se manifiesta en la vida de un cristiano, ofreciendo apoyo y encomendado a cada uno
una tarea.
Una promesa que consuela, una petición de generosidad, una misión
que cumplir. Así Jesús se hace presente en la vida de un cristiano. Jamás desiste
de esta triple modalidad. Lo afirmó Francisco al recordar el episodio del Evangelio
en el que Cristo se muestra a Pedro, Santiago y Juan con el signo de la pesca milagrosa.
Ante todo, explicó el Papa, Jesús tranquiliza a Pedro, que ha quedado sorprendido
por aquel signo, prometiéndole que lo hará “pescador de hombres”. Después lo invita
a dejar todo para seguirlo, y, en fin, le encomienda una misión.
En el caso
de los Apóstoles – observó el Papa – “el Señor pasó por su vida con un milagro”. Pero
“no siempre – prosiguió el Obispo de Roma – Jesús pasa ante nosotros o dentro de nosotros
con un milagro”, y sin embargo – dijo – “se hace sentir siempre”:
“Cuando el
Señor viene a nuestra vida, cuando pasa por nuestro corazón, siempre te dice una palabra
y también esta promesa: ‘¡Ve adelante... ánimo, no temas, porque tú harás esto!’.
Es una invitación a la misión, una invitación a seguirlo a Él. Y cuando sentimos este
segundo momento, vemos que hay algo en nuestra vida que no va, que debemos corregir
y lo dejamos, con generosidad. O incluso si hay en nuestra vida algo bueno, pero el
Señor nos inspira a dejarlo, para seguirlo más de cerca, como ha sucedido aquí: estos
han dejado todo, dice el Evangelio. ‘Y arrastradas las barcas a la tierra, dejaron
todo: ¡barcas, redes, todo! Y lo siguieron’”.
Sin embargo, el Papa Francisco
aseguró que Jesús no pide que se deje todo por un fin que permanece oscuro a quien
ha elegido seguirlo. Al contrario, el objetivo es declarado inmediatamente y es un
objetivo dinámico:
“Jesús jamás dice ‘¡Sígueme!’, sin decir la misión. ¡No!
‘Sígueme y yo te haré esto’. ‘Sígueme, para esto'. ‘Si tú quieres ser perfecto, deja
y sigue para ser perfecto’. Siempre la misión. Nosotros vamos por el camino de Jesús
para hacer algo. No es un espectáculo ir por el camino de Jesús. Vamos detrás de Él,
para hacer algo: es la misión”.
Promesa, petición, misión. Estos tres momentos
– dijo hacia el final de su homilía el Papa Francisco – no tienen que ver sólo con
la vida activa, sino también con la oración. Mientras tanto – afirmó – “una oración
sin una palabra de Jesús y sin confianza, sin promesa, no es una buena oración”. Segundo,
es bueno pedir a Cristo estar listos a dejar algo y esto predispone al tercer momento,
porque no hay oración en la que Jesús no inspire “algo que hacer”:
“Es una
verdadera oración cristiana sentir al Señor con su Palabra de consuelo, de paz y de
promesa; tener el valor de despojarnos de algo que nos impide ir rápidamente en su
seguimiento y tomar la misión. Esto no quiere decir que después no haya tentaciones.
¡Habrá tantas! Pero, mira, Pedro pecó gravemente, renegando a Jesús, pero después
el Señor lo perdonó. Santiago y Juan... pecaron de afán de hacer carrera, queriendo
ir más alto, pero el Señor los perdonó”.
Producción de María Fernanda Bernasconi.
(hispano@vatiradio.va)
El espacio “Pensamiento del Papa”, se transmite
los lunes en las emisiones informativas de las 17,30; 01,45 y 03,20 UTC.