(RV).-(Con audio y video) Los cristianos están
llamados a anunciar a Jesús sin temor, sin vergüenza y sin triunfalismo. Lo afirmó
el Papa Francisco en la Misa de la mañana del martes en la Casa de Santa Marta. el
Papa subrayó el riesgo de convertirse en cristianos sin Resurrección e insistió en
que Cristo es siempre el centro y la esperanza de nuestra vida.
Jesús es
el Vencedor, Aquel que ha vencido sobre la muerte y el pecado. El Papa Francisco ha
desarrollado su homilía reflexionando sobre las palabras sobre Jesús en la Carta de
San Pablo a los Colosenses. A todos nosotros, ha dicho el Papa, San Pablo aconseja
caminar con Jesús “porque Él ha vencido, caminar en Él enraizados y edificados sobre
Él, sobre esta victoria, firmes en la fe”. Este es el punto clave, recalcó el Papa:
“¡Jesús ha resucitado!”. Pero, continuó, no es siempre fácil entenderlo. El Papa recordó,
por ejemplo, que cuando San Pablo se dirigió a los griegos en Atenas fue escuchado
con interés hasta que habló de Resurrección. “Esto nos asusta, mejor dejémoslo allí”.
Un episodio que también hoy nos cuestiona:
“Hay tantos cristianos sin Resurrección,
cristianos sin Cristo Resucitado: acompañan a Jesús hasta la tumba, lloran, lo quieren
tanto, pero hasta allí. Pensando a esta actitud de los cristianos sin Cristo Resucitado,
yo he encontrado tres, pero son tantos: los temerosos, los cristianos temerosos; los
vergonzosos, aquellos que tienen vergüenza; y los triunfalistas. Estos tres ¡no se
han encontrado con Cristo Resucitado! Los temerosos: son aquellos de la mañana de
la Resurrección, aquellos de Emaús… se van, tienen miedo”.
Los Apóstoles,
recordó el Papa, se cierran en el Cenáculo por temor. “Los temerosos – advirtió –
son así: temen pensar en la Resurrección”. Es como, observó, si permaneciesen “en
la primera parte de la partitura”, “tenemos temor del Resucitado”. Hay también cristianos
vergonzosos. “Confesar que Cristo ha resucitado – constató – da un poco de vergüenza
en este mundo” que “va tan adelante en las ciencias”. A estos cristianos, dijo, Pablo
pide prestar atención que ninguno los engañe con la filosofía y con los trucos vacíos
inspirados en la tradición humana. Estos, dijo, “tienen vergüenza” de decir que “Cristo,
con su carne, con sus heridas ha resucitado”. Existe finalmente el grupo de cristianos
que “en su íntimo no creen en el Resucitado y quieren hacer una resurrección más
majestuosa de aquella” verdadera. Son los cristianos “triunfalistas”:
“No
conocen la palabra ‘triunfo’, solo dicen ‘triunfalismo’, porque tienen como un complejo
de inferioridad y quieren hacer… Cuando observamos a estos cristianos, con tantas
actitudes triunfalistas, en su vida, en sus discursos y en su pastoral, en la Liturgia,
tantas cosas así, es porque en los más íntimo no creen profundamente en el Resucitado.
Y Él es el Vencedor, el Resucitado. Ha vencido. Por esto, sin temor, sin miedo, sin
triunfalismo, simplemente mirando al Señor Resucitado, su belleza, también meter el
dedo en las heridas y la mano en el costado”.
“Este – agregó – es el mensaje
que Pablo nos da hoy”: Cristo “es todo”, es la totalidad y la esperanza, “porque es
el Esposo, el Vencedor”. El Evangelio de hoy, continuó, nos muestra una muchedumbre
de gente que va a escuchar a Jesús y también hay tantos enfermos que tratan de tocarlo,
porque de Él “brotaba una fuerza que curaba a todos”:
“¡Nuestra fe, la fe
en el Resucitado: aquello vence el mundo! Vayamos hacia Él y dejémonos, como estos
enfermos, tocar por Él, por su fuerza, porque Él carne y hueso, no es una idea espiritual
que pasa… Él está vivo. Ha Resucitado. Y así ha vencido el mundo. Que el Señor nos
dé la gracia de entender y vivir estas cosas”. (RC-RV)