La Acción Católica asistirá a la Jornada de oración por la paz en Siria y en el mundo
(RV).- (Con audio) También este 4 de
septiembre el Foro Internacional de la Acción Católica ha hecho público un comunicado
de prensa titulado “En oración con el Papa Francisco, juntos por la paz en Siria y
en el mundo”.
El Foro Internacional de la Acción Católica acoge la invitación
del Papa Francisco y se une al ayuno y a la oración “por la paz en Siria, en Oriente
Medio y en el mundo entero”.
Todo los adherentes de la Acción Católica, pequeños
y grandes, se están empeñando en estos días en promover la participación y preparar
tantos momentos de oración que se desarrollarán el sábado 7 de septiembre en todas
las Iglesias particulares con nuestros pastores porque es verdad que “¡La humanidad
tiene necesidad de ver gestos de paz y escuchar palabras de esperanza y de paz!”
Una
representación de los países del Secretariado del FIAC estará presente en la Plaza
de San Pedro el sábado por la noche para unirse a la oración presidida por el Papa
Francisco: entre ellos también un educador y dos niños de la parroquia de San Salvador
de Jerusalén, en Tierra Santa, un territorio que conoce bien el valor de la paz precisamente
a causa de su ausencia.
Nuestro empeño en la Acción Católica es el de formar
personas que vivan “la cultura del encuentro y la cultura del diálogo” convencidos
de que “éste es el único camino para la paz”. Ayudamos a crecer a personas que sepan
convertirse en operadores de paz y a asumir sus propias responsabilidades como ciudadanos
del propio país y del mundo. También queremos responder a la pregunta que el Papa
nos ha dirigido: ¿qué podemos hacer nosotros por la paz en el mundo? Como decía el
Papa Juan XXIII: ¡a todos corresponde la tarea de recomponer las relaciones de convivencia
en la justicia y en el amor y convertirse en eslabones de aquella “cadena de empeño
por la paz que una a todos los hombres y a las mujeres de buena voluntad!”.
Todos
juntos esperamos que el grito de la paz llegue a quienes tienen la responsabilidad
de frenar el conflicto en Siria, en Oriente Medio y en la comunidad internacional.
Cada
día pensamos en los grandes sufrimientos de la población siria, en particular de los
niños, conocemos la falta de seguridad de los cristianos que viven en aquel país.
La tragedia de la guerra ha obligado a esta altura a tantas familias a dejar su propia
casa, su propia vida cotidiana, para vivir en los campos de prófugos en los países
confinantes: las consecuencias de la guerra afectan a los más débiles y manifiestan
la trágica absurdidad de los conflictos en cualquier parte del mundo.
¡Nunca
más la guerra! Es un llamamiento que, lamentablemente, hemos escuchado muy a menudo
en estos últimos años. Con el Papa Francisco no nos cansamos de repetirlo, rezando
a María, Reina de la Paz