2013-08-13 15:36:04

El cardenal Ortega pide el honor de los altares para Mons. Romero


(RV).- (audio) RealAudioMP3 Durante la misa de clausura de las celebraciones por el centenario de la archidiócesis de San Salvador, el enviado especial del Papa Francisco, el cardenal cubano, Jaime Ortega, recordó este domingo al amado arzobispo salvadoreño, Oscar Arnulfo Romero y rezó para su próxima canonización en medio de los aplausos de más de 70 mil fieles que participaron en el evento.

“Pedimos al Señor el honor de los altares para el amado arzobispo”, manifestó el enviado papal durante la homilía del acto celebrado en el complejo deportivo de Santa Tecla. El cardenal Ortega, arzobispo de la Habana, presidió la eucaristía que clausuraba también el V Congreso Eucarístico Nacional y festejaba los 100 años de la creación de la arquidiócesis de la capital salvadoreña por el papa Pío X, en 1913.

Participaron asimismo en la ceremonia multitudinaria el nuncio en El Salvador, el arzobispo Mons. Léon Kalenga; el arzobispo de Tegucigalpa, cardenal Oscar Rodríguez Maradiaga, que participó como relator en el Congreso Eucarístico; los obispos locales y de otros países centroamericanos; decenas de sacerdotes y seminaristas, y miles de feligreses participaron en la eucaristía.

Citando la última cena di Jesús con sus discípulos, el purpurado cubano recordó que aquella cena estuvo rodeada de un “ambiente de dolor y sospechas”. “Un ambiente de pesar cargado de tensión que nos hace pensar en la última eucaristía que monseñor Romero no pudo concluir; ahora, en esta celebración, lo sentimos a él cercano a nosotros y pedimos al Señor para él el honor de los altares”, añadió el cardenal cubano.

Mons. Romero fue asesinado por un francotirador desconocido cuando oficiaba una misa en la capilla de un hospital de San Salvador el 30 de marzo de 1980 y está en proceso de canonización en el Vaticano.

El cardenal Ortega abogó por que “la eucaristía celebrada cada día” y “aquella eucaristía que no pudo concluir monseñor Romero traigan a este querido país, que lleva el nombre del mismo Salvador del Mundo, un gran deseo de reconciliación, un rechazo total de la violencia y una siembra de paz en los corazones y en la sociedad”.

El enviado papal también expresó la "voluntad de reconciliación, un rechazo total de la violencia y una semilla fecunda de la paz en los corazones y en la sociedad salvadoreña", que celebraba las fiestas patronales, en las que participaron asimismo las diócesis de Santa Ana y San Miguel. Durante la homilía, dedicada a la Eucaristía, el cardenal cubano instó a los fieles a ser evangelizadores de su entorno y a ser firmes en la fe, porque "el cristiano debe vivir siempre -dijo- con la lámpara de la fe encendida para descubrir el amor de Dios cerca de nosotros."

La eucaristía culminó con una corta procesión en el mismo complejo deportivo. El V Congreso Eucarístico Nacional, que siguió a los celebrados en los años 1942, 1964, 1992 y 2000, incluyó desde el pasado día 8 diversas actividades de índole religiosa (ER - RV)








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