(RV).- (Con audio) El pasado 26 de mayo,
en el domingo dedicado a la Santísima Trinidad, el Papa Francisco realizó su primera
visita pastoral a una parroquia de su diócesis, en esta ocasión, del sector norte
de la ciudad, dedicada a los santos Isabel y Zacarías.
Acogido desde el primer
momento, por numerosas personas, en un ambiente de alegría y devoción, el Santo Padre
llegó a esta parroquia de la periferia romana, donde antes de celebrar la Misa y dar
la comunión a unos 40 niños y niñas – para 16 de ellos fue su Primera Comunión –
confesó a ocho parroquianos y saludó y bendijo a los enfermos y a los niños bautizados
este año, junto con sus padres.
Todo esto en un clima familiar y de fiesta,
que se caracterizó también por un entrañable fervor, como cuando el grupo de pequeños
y pequeñas vestidos de blanco se colocaron cantando ante el Papa Francisco, para invocar
la bendición de Dios sobre él, que se inclinó en recogimiento y con las manos juntas.
Agradeciendo la bellísima acogida que recibió en este barrio de la extrema
periferia de Roma, en esa “parroquia llena de vitalidad y con tantos niños, que son
una bendición” el Santo Padre con su característica espontaneidad y sonrisa destacó
también que “la realidad de conjunto, se comprende mejor desde la periferia y no estando
en el centro”.
En su homilía, destacando la Santísima Trinidad y la figura
de María, el Papa dialogó con los pequeños y pequeñas, que participaron en este diálogo
con gran entusiasmo.
A la hora del ángelus dominical del 26 de mayo, Francisco
clamó contra “las mafias” que explotan a los hombres y los reducen a la esclavitud,
un día después de la beatificación del sacerdote italiano Giuseppe Puglisi, asesinado
en 1993.
“Para seguir a Jesús debemos despojarnos de la cultura del bienestar
y de la fascinación de lo provisional”. Lo dijo el Santo Padre en su homilía de la
misa matutina del lunes 27 de mayo celebrada en la capilla de la Casa de Santa Marta.
El Papa subrayó que debemos hacer un examen de consciencia sobre las “riquezas” que
hoy en día nos impiden acercarnos a Jesús. Y observó que nosotros estamos “enamorados
de lo provisional”. Mientras las “propuestas definitivas” que nos hace Jesús, “no
nos gustan”. En cambio, nos gusta lo pasajero, porque “tenemos miedo del tiempo de
Dios” que es definitivo.
Producción de María Fernanda Bernasconi. (hispano@vatiradio.va)
El
espacio “El Papa en la semana”, se transmite los sábados en las emisiones informativas
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