2013-05-25 16:56:26

La fuerza irresistible del Espíritu Santo


El Papa en la semana

(RV).- (Con audio) RealAudioMP3 El Espíritu desencadenó su fuerza irresistible. Novedad, armonía y misión, guiados por el Espíritu Santo, en la Iglesia y con la Iglesia. En la solemnidad de Pentecostés, alentando a revivir “la efusión del Espíritu Santo, que Cristo resucitado derramó sobre la Iglesia”, el Obispo de Roma señaló que este acontecimiento de gracia se difunde por todo el mundo y llega hasta nosotros.

Al concluir esta fiesta de la fe, el Santo Padre introdujo el rezo del Regina coeli, señalando que fue un renovado Pentecostés que transformó la Plaza de San Pedro en un Cenáculo a cielo abierto. “Hemos revivido la experiencia de la Iglesia naciente, unidos en oración con María, la Madre de Jesús”.

Con su servicio cotidiano son la mano de Dios que sacia el hambre de todas las personas. Con estas palabras el Papa Francisco se dirigió a las Misioneras de la Caridad, fundadas por la Beata Teresa de Calcuta, durante la visita que realizó la tarde del 21 de mayo a la Casa Don de María, en el Vaticano. La estructura administrada por las religiosas ofrece hospitalidad a unas 25 mujeres y casi 60 hombres que allí reciben la comida cotidianamente. El Papa recordó que en la Casa Don de María se vive una hospitalidad abierta sin distinción de nacionalidad o de religión. Debemos recuperar, todos, el sentido del don, de la gratuidad, de la solidaridad – dijo – porque hay un capitalismo salvaje que enseña la lógica del beneficio a toda costa y la explotación sin mirar a las personas.

El mandamiento que Jesús nos ha dado es el de hacer el bien. Por tanto, no es legítima la violencia en nombre de la religión. Y la redención se refiere a todos, no sólo a quien cree en Jesús. Lo dijo el Papa en la homilía de la misa del 22 de mayo. El Señor a todos, a todos, nos ha redimido con la sangre de Cristo: a todos, no sólo a los católicos. ¡A todos! “Padre, ¿a los ateos?”. También a ellos. ¡A todos! Y esta sangre nos hace hijos de Dios de primera categoría, ¡eh! Somos creados hijos con la semejanza de Dios que quiere a todos, ¡y la sangre de Cristo nos ha redimido a todos! Y todos nosotros tenemos el deber de hacer el bien. Y este mandamiento de hacer el bien a todos creo que sea un bello camino hacia la paz. Si nosotros, cada uno por su parte, hacemos el bien a los demás, nos encontramos allá, haciendo el bien, y haciéndolo lentamente, despacio, poco a poco, hacemos esa cultura del encuentro: tenemos tanta necesidad de esto. Encontrarse haciendo el bien. “¡Pero yo no creo, padre, soy ateo!”. Pero haz el bien: ¡nos encontramos allá! “Yo no pienso como usted, yo pienso…”: ¡haz el bien, y nos encontramos!

“La lengua del Espíritu, la lengua del Evangelio es la lengua de la comunión, que invita a superar cerrazones e indiferencia, divisiones y contraposiciones”. Con esta reflexión el Papa Francisco se dirigió a las miles de personas que llegaron a la Plaza de San Pedro el miércoles 22 de mayo para el tradicional encuentro del miércoles.

“Del fuego de Pentecostés se irradian siempre nuevas energías de misión, nuevo valor para evangelizar”, precisó el Pontífice, invitando a todos a no tener miedo de abandonarse a la obra del Espíritu, que nos hace capaces de “testimoniar nuestra fe” e ilumina “el corazón de quien encontramos”. En este itinerario la Iglesia que evangeliza, añadió el Papa, “debe partir siempre de la oración, del pedir, como los Apóstoles en el Cenáculo, el fuego del Espíritu Santo”. “Sólo la relación fiel e intensa con Dios”, en efecto, “permite salir de las propias cerrazones y anunciar el Evangelio”; “sin la oración” el obrar “se vuelve vacío” y “el anunciar no tiene alma”. En fin, el pensamiento del Pontífice, en sus saludos a los grupos, se dirigió a la tragedia de Oklahoma, con la petición de rezar por las víctimas del tornado, sobre todo por los niños.

“El viernes, 24 de mayo, es el día dedicado a la memoria litúrgica de la Bienaventurada Virgen María, Ayuda de los Cristianos, venerada con gran devoción en el Santuario de Sheshan en Shanghai”. Lo dijo el Papa Francisco durante esa audiencia general en la que afirmó: “Invito a todos los católicos en el mundo a unirse en oración con los hermanos y las hermanas que están en China, para implorar de Dios la gracia de anunciar con humildad y alegría a Cristo muerto y resucitado, ser fieles a su Iglesia y al Sucesor de Pedro y vivir la cotidianidad en el servicio a su país y a sus conciudadanos de modo coherente con la fe que profesan. Haciendo nuestras algunas palabras de la oración a la Virgen de Sheshan, quisiera invocar junto a ustedes a María así: ‘Nuestra Señora de Sheshan, sostén el empeño de cuantos en China, entre las fatigas cotidianas, siguen creyendo, esperando y amando, a fin de que jamás teman hablar de Jesús al mundo y del mundo a Jesús’. Que María, Virgen fiel, sostenga a los católicos chinos, haga sus no fáciles empeños cada vez más preciosos a los ojos del Señor, y haga crecer el afecto y la participación de la Iglesia que está en China en el camino de la Iglesia universal”.

Producción de María Fernanda Bernasconi. (hispano@vatiradio.va)

El espacio “El Papa en la semana”, se transmite los sábados en las emisiones informativas de las 17,30; 01,45 y 03,20 UTC.








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