Los católicos del mundo recen por los hermanos de China, pide Papa Francisco
(RV).- Acercándose la fiesta
litúrgica de la Santísima Virgen María, Auxilio de los Cristianos, venerada con tanta
devoción en el santuario mariano de Sheshan en Shanghai, el Santo Padre Francisco
invitó a los católicos del mundo a rezar por nuestros hermanos y hermanas en China
y rezó por ellos junto con los miles de peregrinos presentes en la Plaza de San Pedro.
Éstas fueron sus palabras, rogando a Nuestra Señora de Sheshan con una parte de la
oración compuesta por su amado predecesor, Benedicto XVI, para esta ocasión, con la
Carta a los obispos, presbíteros, personas consagradas y fieles laicos de la Iglesia
católica en la República Popular de China, del 27 de mayo, solemnidad de Pentecostés,
del año 2007, tercero de su Pontificado:
«El viernes, 24 de mayo, es el día
dedicado a la memoria litúrgica de la Bienaventurada Virgen María, Auxilio de los
cristianos, que es venerada con gran devoción en el Santuario de Sheshan en Shanghai. Invito
a todos los católicos de todo el mundo a unirse en oración con nuestros hermanos y
hermanas que están en China, para implorar de Dios la gracia de proclamar con humildad
y con gozo a Cristo, muerto y resucitado, de ser fieles a su Iglesia y al Sucesor
de Pedro y de vivir la vida cotidiana en el servicio a su país y a sus conciudadanos
de una manera coherente con la fe que profesan.
Haciendo nuestras algunas de
las palabras de la oración a Nuestra Señora de Sheshan, me gustaría invocar con ustedes
a María así: "Señora nuestra de Sheshan, alienta el compromiso de quienes en China,
en medio de las fatigas cotidianas, siguen creyendo, esperando y amando, para
que nunca teman hablar de Jesús al mundo y del mundo a Jesús”.
Que María,
Virgen fiel, sostenga a los católicos chinos, haga cada vez más preciosos a los ojos
del Señor sus no fáciles compromisos y que haga crecer el afecto y la participación
de la Iglesia que está en China al camino de la Iglesia universal».