Los Obispos de Uruguay saludan a los trabajadores en su día
(RV).- (Con audio) En su mensaje los
Obispos uruguayos se dirigen a los hombres y mujeres que con dedicación y sudor ganan
honestamente el pan de cada día, sostienen a sus familias y se suman en la construcción
de una sociedad más justa y solidaria.
Tras alegrarse por las conquistas sociales
que buscan mejorar las condiciones del trabajo, manifiestan su preocupación al constatar
algunas veces cierta tendencia a un corporativismo rígido.
Y recuerdan la conmemoración
de los 25 años de la visita del Papa Juan Pablo II a su país, ocasión en la que, en
la ciudad de Melo, dirigiéndose al mundo del trabajo, exhortó a buscar una genuina
cultura del trabajo.
(MFB – RV).
Texto completo del mensaje:
Saludo
de los Obispos en el Día de los Trabajadores
1. En este día de memoria
y reflexión, saludamos a todos los trabajadores, -hombres y mujeres, en el campo o
en ciudades-, que con dedicación, talentos y sudores, ganan honestamente el pan de
cada día, sostienen a sus familias y se suman en la construcción de una sociedad
más justa y solidaria.
2. Nos alegramos por las conquistas sociales
que buscan mejorar las condiciones del trabajo. Valoramos el fortalecimiento del movimiento
sindical en defensa de la dignidad del trabajador, procurando mayor capacitación y
seguridad laboral, así como el aumento del salario real en sectores sociales tradicionalmente
más desfavorecidos. Nos preocupa constatar algunas veces cierta tendencia a un corporativismo
rígido.
3. En estos días conmemoramos los 25 años de la visita del Papa
Juan Pablo II a nuestro país. En esa ocasión en la ciudad de Melo, dirigiéndose al
mundo del trabajo, exhortó a buscar una genuina cultura del trabajo.
4.
Construir siempre exigirá un estudio profundo de los problemas, estando dispuestos
a aceptar la verdad y dejando de lado las ambiciones particulares o de grupo para
mirar ante todo al bien común.
Queremos destacar solamente dos aspectos
de la cuestión social:
a) Quienes poseen tierra u otros bienes deben
tener presente que sobre toda propiedad recae una hipoteca social, que obliga a procurar
que sus bienes rindan en beneficio de la sociedad.
b) Quienes luchan
por los justos derechos de los trabajadores, deben tener en cuenta las limitaciones
que impone la situación general del país y los derechos de todas las partes involucradas.
5.
Al reiterar nuestro saludo pedimos al Señor Jesús, el carpintero de Nazaret, que recoja
sus anhelos de justicia y dignidad, para que, junto a las fatigas de cada día, encuentren
también la alegría del trabajo bien hecho y del servicio a la sociedad de la que todos
somos parte.
1º de mayo de 2013 Los obispos católicos del
Uruguay