El circo al servicio de los que sufren y de los valores humanos. Mensaje del Pontificio
Consejo para los Migrantes e Itinerantes
(RV).- La Iglesia mira con
confianza al mundo circense, caracterizado por los valores humanos que impulsan la
fraternidad universal y la comunión entre las personas y los pueblos.
Con un
Mensaje para la IV Jornada Mundial del Circo, el Pontificio Consejo para los Migrantes
e Itinerantes desea expresar «el reconocimiento de la Iglesia a las asociaciones y
artistas circenses de todo el mundo. Dirigiendo su pensamiento, en particular, a los
circos que, con valentía y generosidad, van a los países golpeados por guerras, violencias
y calamidades naturales, para ofrecer a tantas personas que sufren – en especial a
los niños y ancianos – momentos de paz, de sereno recreo y de alegría».
El
Mensaje del dicasterio de la Curia Romana, encargado de la pastoral para los diversos
sectores de la movilidad humana, culmina alentando - con las palabras del Papa Francisco
– a «tener la valentía de expresar bondad y ternura, con el anhelo de brindar amistad
en el respeto y en el bien». Y está firmado por el presidente, el Cardenal Antonio
María Veglió y por el subsecretario, el Padre Gabriele Bentoglio.
Destacando
los valores de comunión y de diálogo, de apertura y de acogida, de la IV Jornada Mundial
del Circo, que se celebró el sábado 20 de abril, en el Principado de Mónaco, el mensaje
evoca las palabras de Benedicto XVI, en su audiencia a las personas del espectáculo
itinerante, en diciembre de 2012. Poniendo de relieve, como hizo entonces el Santo
Padre, «el amor a la familia, el cuidado solícito hacia los pequeños, la atención
a los discapacitados y a los enfermos, la valoración de los ancianos y la promoción
del trabajo en equipo».
En un mundo marcado a menudo por tensiones y por desigualdades,
por una mentalidad egoísta e individualista, «tenemos necesidad de ver la luz de la
esperanza y de impulsar la esperanza también en nosotros mismos», hace hincapié el
Mensaje, siguiendo la exhortación que el Papa Francisco pronunció en su homilía al
comenzar su ministerio petrino, el pasado 19 de marzo.