(RV).- (Con audio) Al recibir a los miembros
de la Pontificia Comisión Bíblica, el pasado 12 de abril, el Papa recordó que nuestra
fe tiene en el centro una historia de salvación y, sobre todo, a una Persona, Jesucristo,
Palabra de Dios hecha carne.
En efecto, poco después del mediodía, en la Sala
de los Papas del Palacio Apostólico vaticano, Francisco recibió a los 27 miembros
de la pontificia Comisión Bíblica, encabezados por su Presidente, el Arzobispo Gerhard
Ludwig Müller, tras la celebración de su Asamblea plenaria anual.
Al recordar
que han profundizado el tema de “la inspiración y la verdad de la Biblia”, el Santo
Padre destacó la importancia que tiene no sólo para cada creyente, sino para la Iglesia
entera, puesto que “la vida y la misión de la Iglesia se fundan en la Palabra de Dios,
que es alma de la teología y, al mismo tiempo, inspiradora de toda la existencia
cristiana”.
También afirmó que las Sagradas Escrituras son el testimonio,
en forma escrita, de la Palabra divina, el memorial canónico que atestigua el evento
de la Revelación, razón por la cual la Palabra de Dios, “precede y excede la Biblia”.
De ahí que nuestra fe – dijo el Pontífice – “no tiene en el centro sólo un libro,
sino una historia de salvación y, sobre todo, a una Persona, Jesucristo, Palabra de
Dios hecha carne”.
Y precisamente porque el horizonte de la Palabra divina
abraza y se extiende más allá de la Escritura, el Papa afirmó que para comprenderla
adecuadamente, es necesaria la constante presencia del Espíritu Santo que “guía toda
la verdad” (Jn 16, 13). Es necesario colocarse en la corriente de la gran Tradición
que, bajo la asistencia del Espíritu Santo y la guía del Magisterio, ha reconocido
los escritos canónicos como Palabra que Dios dirige a su pueblo y jamás ha dejado
de meditarlos y de descubrir sus inagotables riquezas, tal como lo reafirmó el Concilio
Vaticano II en la Constitución dogmática Dei Verbum.
Tras recordar que existe
una unidad inseparable entre la Sagrada Escritura y la Tradición, porque ambas provienen
de una misma fuente, el Papa explicó que de ahí se desprende que “el exégeta debe
estar atento a percibir la Palabra de Dios presente en los textos bíblicos colocándolo
dentro de la misma fe de la Iglesia”.
La interpretación de las Sagradas
Escrituras no puede ser sólo un esfuerzo científico individual, sino que debe ser
siempre confrontada, insertada y autenticada por la tradición viva de la Iglesia.
Esta norma es decisiva para precisar la correcta y recíproca relacione entre la exégesis
y el Magisterio de la Iglesia. Los textos inspirados por Dios han sido confiados a
la Comunidad de los creyentes, a la Iglesia de Cristo, para alimentar la fe y guiar
la vida de la caridad. El respeto de esta naturaleza profunda de las Escrituras condiciona
la misma validez y la eficacia de la hermenéutica bíblica. Esto comporta la insuficiencia
de toda interpretación subjetiva o sencillamente limitada a un análisis incapaz de
acoger en sí ese sentido global que en el curso de los siglos ha constituido la Tradición
del entero Pueblo de Dios.
El Papa Francisco concluyó con estas palabras:
Queridos Hermanos, deseo concluir mi intervención formulando a todos ustedes
mi agradecimiento y animándolos en su valioso trabajo. Que el Señor Jesucristo, Verbo
de Dios encarnado y divino Maestro que ha abierto la mente y el corazón de sus discípulos
a la inteligencia de las Escrituras (Cfr. Lc 24, 45), guíe y sostenga siempre su actividad.
Que la Virgen María, modelo de docilidad y obediencia a la Palabra de Dios, les enseñe
a acoger plenamente la riqueza inagotable de la Sagrada Escritura no sólo a través
de la investigación intelectual, sino en la oración y en toda su vida de creyentes,
sobre todo en este Año de la fe, a fin de que su trabajo contribuya a hacer resplandecer
la luz de la Sagrada Escritura en el corazón de los fieles. Deseándoles una fructuosa
continuación de sus actividades, invoco sobre ustedes la luz del Espíritu Santo e
imparto a todos mi Bendición Apostólica.
Producción de María Fernanda Bernasconi.
(hispano@vatiradio.va)
El espacio “Pensamiento del Papa”, se transmite los
lunes en las emisiones informativas de las 17,30; 01,45 y 03,20 UTC.