2013-04-20 18:48:01

Combatir el mal con el bien aunando esfuerzos


El Papa en la semana

(RV).- (Con audio) RealAudioMP3 El Santo Padre invitó a mediodía del III Domingo de Pascua, en que rezó el Regina Coeli con unos 80 mil fieles y peregrinos reunidos en la Plaza de San Pedro, a que la Iglesia anuncie con valentía a Cristo Resucitado, como los primeros cristianos.

Queridos hermanos y hermanas: Rezando juntos el Regina Coeli, pidamos la ayuda de María Santísima para que la Iglesia en todo el mundo anuncie con sinceridad y coraje la Resurrección del Señor y dé testimonio válido con signos de amor fraterno. Recemos en modo particular para que los cristianos que sufren persecución sientan la presencia viva y confortante del Señor Resucitado.

Ese domingo 14 de abril por la tarde el Papa Francisco presidió la Santa Misa en la basílica papal de San Pablo Extramuros con motivo de su primera visita como Obispo de Roma. Concelebraron con el Santo Padre, el cardenal James Harvey, arcipreste de la basílica y el abad Edmund Power.

En su homilía, el Santo Padre recordó que se encontraban sobre la tumba de san Pablo, “un humilde y gran Apóstol del Señor, que lo ha anunciado con la palabra, ha dado testimonio de él con el martirio y lo ha adorado con todo el corazón”. Y añadió que esos eran los tres verbos sobre los que deseaba reflexionar: anunciar, testimoniar, adorar, a la luz de la Palabra de Dios de las lecturas de esa liturgia.

El Papa explicó que adorar al Señor quiere decir darle a él el lugar que le corresponde; quiere decir afirmar, creer – pero no simplemente de palabra – que únicamente él guía verdaderamente nuestra vida.

Esto tiene una consecuencia en nuestra vida: despojarnos de tantos ídolos, pequeños o grandes, que tenemos, y en los cuales nos refugiamos, en los cuales buscamos y tantas veces ponemos nuestra seguridad. Son ídolos que a menudo mantenemos bien escondidos; pueden ser la ambición, la carrera, el gusto del éxito, el poner en el centro a uno mismo, la tendencia a estar por encima de los otros, la pretensión de ser los únicos amos de nuestra vida, algún pecado al que estamos apegados, y muchos otros.

El Papa Francisco - a través del cardenal Secretario de Estado, Tarcisio Bertone - enviado el pasado 16 de abril un telegrama al cardenal Sean O'Malley, arzobispo estadounidense de Boston, con motivo del atentado que había tenido lugar el día anterior en esa ciudad durante una maratón y que causó tres víctimas mortales y más de un centenar de heridos.

“Profundamente entristecido por la noticia de la pérdida de vidas y las graves heridas causadas por el acto de violencia perpetrado (...) en Boston – se lee en el texto - Su Santidad el Papa Francisco le asegura su afecto y cercanía en la oración. Tras esta tragedia insensata, Su Santidad invoca la paz de Dios para los fallecidos, su consuelo para los que sufren y su fortaleza para todos los que participan en las tareas de emergencia y socorro. En este momento de luto el Santo Padre reza para que todos los bostonianos estén unidos en la decisión de no ser vencidos por el mal, sino de combatir el mal con el bien aunando sus esfuerzos para construir una sociedad cada vez más justa, libre y segura para las generaciones futuras”.

Ese mismo día, con motivo del ochenta y seis cumpleaños del Papa emérito Benedicto XVI, el Santo Padre Francisco comenzó la celebración de la Misa en la capilla de la Casa Santa Marta invitando a todos los presentes a rezar con estas palabras: “Hoy es el cumpleaños de Benedicto XVI, ofrezcamos la Misa por él, para que el Señor le acompañe, le conforte y le consuele mucho”.

Y a lo largo de esa mañana el Santo Padre llamó por teléfono a Benedicto XVI, quien se encuentra en las Villas Pontificias de Castel Gandolfo, para felicitarlo por este motivo, haciendo extensivos sus saludos y sus mejores deseos a su hermano, Mons. Georg Ratzinger, quien se encuentra desde hace varios días en esa localidad, para festejar en familia el cumpleaños del Papa emérito y quien, a su vez, celebrará dentro de poco, el 23 de abril, en la memoria litúrgica de San Jorge, su onomástico, al igual que el Papa Francisco.

En el relato de la Ascensión de Jesús podemos comprender cuan importante es encomendar nuestra vida a Cristo; porque si nos dejamos guiar por Él estamos seguros de estar en manos seguras. Lo subrayó el Papa Francisco en su catequesis de la audiencia general del miércoles 17 de abril que celebró en la Plaza de San Pedro ante más de cincuenta mil fieles y peregrinos de los cinco continentes. La Ascensión no indica la ausencia de Jesús, sino que nos dice que Él está vivo en medio a nosotros de manera nueva; ya no en un preciso lugar del mundo como antes de la Ascensión; ahora está en la señoría de Dios, presente en todo espacio y tiempo, cercano a cada uno de nosotros. En nuestra vida jamás estamos solos, agregó Francisco, porque el Señor crucificado y resucitado nos guía; con nosotros hay tantos hermanos y hermanas que en el silencio y en el escondimiento, en su vida familiar y en el trabajo, con sus problemas y dificultades, con sus alegrías y esperanzas, viven diariamente la fe y traen, junto a nosotros al mundo, la señoría del amor de Dios.

Queridos hermanos y hermanas: También nosotros hemos de saber que entrar en la gloria de Dios exige la fidelidad cotidiana a su voluntad, aun a costa de sacrificios y del cambio de nuestros programas. El íntimo coloquio de Jesús con el Padre antes de la Pasión nos enseña, además, cómo la oración nos da la fuerza de ser fieles al proyecto de Dios. Después, Jesús asciende a los cielos bendiciendo, un gesto sacerdotal para mostrar que, desde el seno del Padre, intercede siempre por nosotros. Él nos ha abierto el paso para llegar a Dios, y nos atrae hacia él, nos protege, nos guía e intercede por nosotros. Mirar a Jesucristo, que asciende a los cielos, es una invitación a testimoniar su Evangelio en la vida cotidiana, con la vista puesta en su venida gloriosa definitiva.

Durante la audiencia general el Papa dirigió un llamamiento a favor de las poblaciones de Irán y Pakistán, afectadas por un violento sismo. Y después de esta audiencia general el Papa recibió al Sr. Saleh Mohammad Al Ghamdi, Embajador del Reino de Arabia Saudí en Italia, Portador de un Mensaje del Rey Abdullah bin Abdulaziz Al Saud.

Producción de María Fernanda Bernasconi. (hispano@vatiradio.va)

El espacio “El Papa en la semana”, se transmite los sábados en las emisiones informativas de las 17,30; 01,45 y 03,20 UTC.








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