Seguir a Cristo caminando con la gracia de la perseverancia y sin triunfalismo
(RV).-(audio) Cuando Dios toca el
corazón de una persona, da una gracia que vale una vida, no hace "magia" que dura
un momento. En su homilía de la misa del viernes en la Casa Santa Marta, el Papa Francisco
volvió a hablar sobre el clima de agitación que se vivía inmediatamente después de
la muerte de Jesús, cuando los comportamientos y la predicación de los Apóstoles terminaron
en el punto de mira de los fariseos y los maestros de la ley. El Papa retomó las
palabras de Gamaliel, un fariseo que propone al Sanedrín esperar y ver qué va a pasar
con los seguidores del Nazareno. Esto, dijo el Papa Francisco, "es un sabio consejo
para nuestra vida, porque el tiempo es el mensajero de Dios: Dios nos salva en el
tiempo, no en un momento. A veces hace milagros, pero en la vida cotidiana nos salva
en el tiempo, nos salva “en la historia ", en la "historia personal" de cada uno.
Por tanto el Señor, no utiliza “la varita mágica”. Al contrario da "la gracia y nos
dice: "Ve, anda, camina en tu vida y da testimonio de todo lo que el Señor hace por
nosotros".
Francisco advierte, sin embargo, que existe "una gran tentación:
el triunfalismo". "El triunfalismo - afirma el Papa - no es del Señor. El Señor vino
a la tierra con humildad. "El Señor nos enseña que en la vida no es todo magia, que
el triunfalismo no es cristiano." La vida cristiana está hecha de normalidad, pero
vivida con Cristo, todos los días: "Ésta -señala el Papa- es la gracia que necesitamos:
la de la perseverancia. Perseverar en el camino del Señor, hasta el final, todos los
días". (ER RV)