2013-04-13 12:28:42

El compromiso evangélico en la realidad, Iglesia en América Latina


(RV).- Distintas Conferencias Episcopales de América Latina, están viviendo eventos importantes en el ámbito pastoral y social de nuestros pueblos.

La Conferencia Episcopal del Uruguay (CEU) comenzó el pasado miércoles 10 de abril –día en el cual recibieron al Nuncio Apostólico, Mons. Anselmo Guido Pecorari- su primera Asamblea Plenaria Ordinaria de este año, en la Casa de Retiros “Jesús Buen Pastor” de Florida.

Durante la reunión, los prelados están abordando temas pastorales, sin dejar de lado algunos aspectos atinentes a la realidad del país. Al término de la Asamblea, el miércoles próximo, como es habitual, se emitirá un comunicado de prensa con un esbozo de los temas abordados.

Y con fecha del 8 de abril, el Consejo Permanente de la Conferencia Episcopal del país emitió la declaración “Defendiendo la Familia y el matrimonio, ganamos todos” a través de la cual manifiesta su interés a la vez que su preocupación ante la inminente aprobación de la ley llamada de “matrimonio igualitario”, con todas sus implicancias.

Ya en el primer punto el Consejo advierte que se ha creado una confusión que tal vez escape a muchos sectores de la sociedad uruguaya, por lo que definir con la mayor claridad los valores que están en tela de juicio es una urgencia y bien mayor para todos. “No cuestionamos la buena voluntad e intento de búsqueda de una mayor justicia por parte de nuestros legisladores, pero insistimos en la gravedad y consecuencias de lo que está en juego -destaca- más allá de lo que aparenta”.

Para el Consejo la aprobación de la ley llamada de “interrupción voluntaria del embarazo”, es un nuevo retroceso para el ordenamiento jurídico, que ha fundado su existencia en el respeto y la defensa de la institución familiar, base constitucional de la sociedad uruguaya, núcleo de amor y solidaridad recíprocos, y abierta a la generación de la vida en su seno.

En el tercer punto la declaración afirma: “Quedó claro desde los comienzos que el objetivo perseguido no era la protección efectiva de los derechos de parejas homosexuales, ya regulada por ley, y con la existencia de proyectos alternativos de “uniones civiles” o similares que los aumentaban aún más, sino el asimilar estas situaciones de hecho al matrimonio. Llamar de manera igual a realidades desiguales, so pretexto de igualdad, no es justicia sino asimilaciones inconsistentes que sólo harán que se debilite todavía más el matrimonio. Constatar una diferencia real no es discriminar. Pretender ‘igualar’ todo y todos, sin tomar en cuenta la realidad y los principios éticos y morales que la rigen, es equivalente a masificar, despersonalizar”.

Por otra parte, en la Declaración, se destaca que esta ley pone en riesgo derechos tan fundamentales como los del niño, que corre el riesgo de convertirse en un objeto, especialmente cuando se plantea la adopción plena como un derecho de todos los matrimonios, sin tener en cuenta que debe primar el interés del propio niño de crecer, en lo posible, con una clara referencia materna y paterna.

En este contexto, el Consejo advierte que se ven obligados a reiterar, mutatis mutandis, las mismas consideraciones que hacían respecto de la ley del aborto: “no por haber sido aprobada esta ley es moralmente buena. La moralidad de los actos no depende de las leyes humanas. Recordamos el deber y el derecho de seguir las obligaciones de la ley natural inscritas en la propia conciencia”.

En este contexto, la Declaración recuerda las palabras que el actual Papa Francisco escribía a las Hermanas Carmelitas de Buenos Aires cuando todavía era arzobispo de esta ciudad, poco tiempo antes de la aprobación de una ley similar en el vecino país:

“El pueblo argentino deberá afrontar, en las próximas semanas, una situación cuyo resultado puede herir gravemente a la familia. Se trata del proyecto de ley sobre matrimonio de personas del mismo sexo. Aquí está en juego la identidad y la supervivencia de la familia: papá, mamá e hijos. Está en juego la vida de tantos niños que serán discriminados de antemano privándolos de la maduración humana que Dios quiso se diera con un padre y una madre. Está en juego un rechazo frontal a la ley de Dios, grabada además en nuestros corazones.” (22 de junio de 2010).

Y en el marco del Año de la Fe, el Obispo de Canelones, Mons. Alberto Sanguinetti, exhortó a emprender un camino de adoración y oración, los sábados y domingos, desde el 6 de abril al mes de noviembre. En un mensaje dirigido a los fieles de de su Diócesis, el Pastor los invita a renovar la confesión de fe. Entre otros puntos, destacó algunos pasos dados en materia de la iniciación cristiana y en la formación siguiendo el Catecismo de la Iglesia Católica.

Por otra parte, en Argentina, este domingo 14 de abril tendrá lugar en la basílica de Nuestra Señora de Luján, la entronización de una imagen de la Virgen María bajo la advocación de ‘Mamã Muxima’ (Madre del Corazón), patrona de Angola.

La ceremonia de entronización se enmarca en un viaje que encabeza el prelado argentino Jesús Tirso Blanco SDB, obispo de Lwena, y por iniciativa de la embajada de ese país, en diálogo con el Episcopado argentino. La imagen de ‘Mamã Muxima’ será entronizada en la cripta de la basílica, junto a otras advocaciones marianas de América y del mundo que los peregrinos han ofrendado durante los años a fin de cultivar la veneración de María.

Y este lunes 15 de abril, comenzará la 105º Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), la primera desde la elección de Jorge Mario Bergoglio como papa Francisco. Las sesiones en la casa de ejercicios El Cenáculo-La Montonera, de Pilar, se abrirán a las 16 y se extenderán hasta el sábado 20 de abril al mediodía. El lunes, a las 19.30, el arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz y presidente de la CEA, presidida la misa de apertura.

El temario prevé un intercambio pastoral sobre la actualidad social y religiosa del país, en el que también se evaluarán las repercusiones de la elección de Bergoglio como pontífice. En ese marco, la Comisión Episcopal de Ministerios se referirá a la Pastoral Vocacional, con una disertación a cargo del padre Amedeo Cencini, sacerdote canosiano, pedagogo y psicólogo, especialista en pastoral vocacional y sacerdotal, que visitó el país en varias oportunidades.

También se trabajará en los preparativos para la beatificación del Cura Gabriel Brochero, que se realizará en septiembre próximo, y se escuchará un informe en este sentido de la Comisión Episcopal para la Causa de los Santos, que preside monseñor Santiago Olivera, obispo de Cruz del Eje.

El centenar de obispos también escuchará un informe de la Comisión Episcopal de Catequesis y Pastoral Bíblica, de la organización del Congreso Misionero Nacional - Catamarca 2013, el Sínodo de Obispos y la Comisión de Laicos y Familia sobre el avance del proyecto "Familia y Vida".

Y en otro contexto, la organización civil FAMPAZ desarrollará el miércoles 27 de abril la 70ª Marcha de los Escarpines al Congreso de la nación, donde organizaciones y laicos se manifiestan en defensa del valor no negociable de la vida. La convocatoria es a las 18.30 en la intersección de las avenidas Callao y Rivadavia. En la oportunidad se rezará por los niños por nacer, “mártires de la hora actual, que también son crucificados, sin juicio previo y por ser llamados a la Vida”.

Los Obispos de la Conferencia Episcopal de Chile -por su parte- señalaron que les preocupa el hoy y el mañana de su Patria y exhortaron a orar por las futuras autoridades que el país elija. En el mensaje de la 105ª Asamblea Plenaria desarrollada en Punta de Tralca esta semana, los obispos sostienen: “Invitamos a todos los creyentes a orar por la paz y la justicia, el entendimiento y la colaboración entre los pueblos, así como por las futuras autoridades que el país elegirá”.

Igualmente llaman a orar por “aquellos temas que en la hora actual de Chile preocupan a todos y especialmente, a ellos como pastores: el salario mínimo, los conflictos laborales y la educación. Temas como la familia y el respeto por la vida”.

En Nicaragua, la Pastoral Juvenil Nacional, en la Fiesta de la Anunciación, día del no nacido, envió el mensaje: “El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros” (Jn 1, 14).

Jesús vida y salvación, aún de los niños no nacidos, es el título del primer punto en el cual destacan que la Sagrada Escritura demuestra cómo los niños no nacidos son personas, sienten y pueden actuar. La Iglesia, fiel a Jesucristo -afirma- siempre ha proclamado que la vida humana es sagrada desde el momento de la concepción. Es por eso que condena el aborto como un gravísimo pecado contra el Quinto Mandamiento: "No Matarás".

En el segundo punto, el mensaje destaca que María, la llena de gracia, tuvo la valentía de no caer en la desesperanza. “Ante la multitud de problemas que conllevaba, el no tener un padre para su hijo en su época y haber aparecido embarazada, estando ya desposada con José, seguro pensaba que su vida corría peligro; porque las leyes de su sociedad mandaban a apedrearla. Pero “la llena de gracia” puso toda su esperanza en Dios, y Él no la desamparó enviándole a José, dispuesto a aceptar como Hijo suyo al niño que estaba por nacer”.

En el tercer punto se presenta el “Testimonio de la alegría de la vida y exhortaciones” en el cual los jóvenes de la Pastoral Juvenil exhortan a otros jóvenes a luchar -junto a ellos- en defensa de la vida; superando la desesperanza, desesperaciones y tristezas de muchos jóvenes y adultos, que sin reflexionar optan por la violencia y la muerte.

Por otra parte, instan a todos los organismos gubernamentales y no gubernamentales, pero ante todo a cada uno de los nicaragüenses, en especial a los cristianos católicos, a ser defensores del Evangelio de la Vida y agregan: “Hoy nosotros decimos firmemente, no al aborto, en sus diferentes manifestaciones, no a la eutanasia, no al matrimonio homosexual; hechos que desvirtúan los designios de Dios en su creación. Todos estos actos forman parte de una cultura de la muerte, como nos decía el Beato Papa Juan Pablo II. Nuestra sociedad cristiana no puede dejarse infectar por corrientes modernistas, que intentan destruir todos los valores que como cristianos tenemos. En este día decimos no, a las campañas mediáticas de ciertos organismos internacionales, que intentan a toda costa, despenalizar el aborto terapéutico, engañando a la población y manipulando la conciencia de muchas jovencitas y familias enteras”.

En el cuarto punto el mensaje recuerda la invitación de los obispos a los jóvenes en la Carta Pastoral a las Familias del 30 de diciembre de 2012: “No ignoramos las crisis y dificultades que puedan encontrar en su camino de maduración humana, por lo que también les invitamos a abrirse a pedir y recibir ayuda, sobre todo de sus padres, pero también de otras personas que puedan orientarles debidamente a la luz de la fe y de la moral … ustedes son el presente y el futuro de la sociedad y de la Iglesia.”









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