(RV).- (Con audio) El pasado 16 de marzo,
el Papa Francisco recibía en el Aula Pablo VI del Vaticano a los periodistas que habían
trabajado en Roma durante el período de la Sede Vacante hasta la elección del nuevo
Pontífice.
Llamándolos “queridos amigos”, el nuevo Obispo de Roma afirmaba
que al comienzo de su ministerio en la Sede de Pedro, se alegraba por este encuentro
con quienes habían trabajado en Roma en este momento tan intenso, que comenzó con
el anuncio sorprendente de su venerado predecesor, Benedicto XVI, el pasado 11 de
febrero.
Refiriéndose al papel de los medios de comunicación, el Papa destacó
que “ha ido creciendo cada vez más en los últimos tiempos, hasta el punto de que se
hecho imprescindible para relatar al mundo los acontecimientos de la historia contemporánea”.
Por esta razón expresó su agradecimiento especial a todos ellos por su competente
servicio durante los días pasados exclamando que habían trabajado mucho.
En
esta ocasión, el Pontífice explicó por qué ha querido llamarse Francisco. Algunos
pensaban en Francisco Javier, en Francisco de Sales, también en Francisco de Asís.
Les contaré la historia. Durante las elecciones, tenía al lado al arzobispo emérito
de San Pablo, y también prefecto emérito de la Congregación para el clero, el cardenal
Claudio Hummes: un gran amigo, un gran amigo. Cuando la cosa se ponía un poco peligrosa,
él me confortaba. Y cuando los votos subieron a los dos tercios, hubo el acostumbrado
aplauso, porque había sido elegido. Y él me abrazó, me besó, y me dijo: «No te olvides
de los pobres». Y esta palabra ha entrado aquí: los pobres, los pobres. De inmediato,
en relación con los pobres, he pensado en Francisco de Asís. Después he pensado en
las guerras, mientras proseguía el escrutinio hasta terminar todos los votos. Y Francisco
es el hombre de la paz. Y así, el nombre ha entrado en mi corazón: Francisco de Asís.
Para mí es el hombre de la pobreza, el hombre de la paz, el hombre que ama y custodia
la creación; en este momento, también nosotros mantenemos con la creación una relación
no tan buena, ¿no? Es el hombre que nos da este espíritu de paz, el hombre pobre...
¡Ah, cómo quisiera una Iglesia pobre y para los pobres! Después, algunos hicieron
diversos chistes: «Pero tú deberías llamarte Adriano, porque Adriano VI fue el reformador,
y hace falta reformar...». Y otro me decía: «No, no, tu nombre debería ser Clemente».
«Y ¿por qué?». «Clemente XV: así te vengas de Clemente XIV, que suprimió la Compañía
de Jesús». Son bromas... Los quiero mucho. Les doy las gracias por todo lo que han
hecho. Y pienso en su trabajo: les deseo que trabajen con serenidad y con fruto, y
que conozcan cada vez mejor el Evangelio de Jesucristo y la realidad de la Iglesia.
Los encomiendo a la intercesión de la Santísima Virgen María, Estrella de la Evangelización,
a la vez que les expreso los mejores deseos para ustedes y sus familias, a cada una
de sus, e imparto de corazón a todos mi Bendición.
Hablando en nuestro idioma,
Francisco dijo:
Les dije que les daba de corazón la bendición. Como muchos
de ustedes no pertenecen a la Iglesia católica, otros no son creyentes, de corazón
doy esta bendición en silencio a cada uno de ustedes, respetando la conciencia de
cada uno, pero sabiendo que cada uno de ustedes es hijo de Dios. Que Dios los bendiga.
Producción de María Fernanda Bernasconi. (hispano@vatiradio.va)
El
espacio “Pensamiento del Papa”, se transmite los lunes en las emisiones informativas
de las 17,30; 01,45 y 03,20 UTC.