(RV).- Francisco, en la mañana del martes 19, a las 7.30 hora de Roma llamó por teléfono
al rector de la Catedral de Buenos Aires para transmitir un saludo a los fieles presentes
en la Plaza de Mayo –de frente a la misma Catedral Metropolitana- que pudieron escuchar
su voz y su mensaje:
“Queridos
hijos, sé que están en la plaza. Sé que están rezando y haciendo oraciones, las necesito
mucho. Es tan lindo rezar. Gracias por eso.
Les quiero pedir un favor.
Les quiero pedir que caminemos juntos todos, cuidemos los unos a los otros, cuídense
entre ustedes, no se hagan daño, cuídense, cuídense la vida. Cuiden la familia, cuiden
la naturaleza, cuiden a los niños, cuiden a los viejos; que no haya odio, que no haya
pelea, dejen de lado la envidia, no le saquen el cuero a nadie. Dialoguen, que entre
ustedes se viva el deseo de cuidarse.
Que vaya creciendo el corazón
y acérquense a Dios. Dios es bueno, siempre perdona, comprende, no le tengan miedo;
es Padre, acérquense a Él. Que la virgen los bendiga mucho, no se olviden de este
obispo que está lejos pero los quiere mucho. Recen por mí”.
La inmensa
alegría y emoción de los fieles que escucharon la voz de Francisco desde Roma cuando
en Buenos Aires eran las 3.30 de la madrugada nos la cuenta el rector de la catedral
entrevistado por Debora Donnini (Audio)